Gastronomía.- Con el tiempo hemos podido notar cómo cada día los shows de cocina invadieron poco a poco nuestros canales favoritos, y estos a su vez pasaron a presentarse en distintos formatos. Pasamos de la clásica señora cocinando con todos los anillos y joyas puestas , preparando roast beefs o pavos horneados en cuestión de minutos, a series de cocineros profesionales acuchillándose entre sí (literalmente) para lograr ser los futuros “dueños de la cocina”. En este amplio espectro podríamos destacar ciertos programas, como las puteadas del chef Gordon Ramsay, los excesos de Antony Bourdain vagando por el mundo, o cocineros amateur buscando el glamour y honor de ser el próximo Master Chef.
Pero en los últimos años, y gracias a Netflix, se nos han presentado una docuserie, la cual cuenta ya con varias temporadas. Obra dirigida por David Gelb (director de Jiro’s Dream of Sushi), en la que no solo explota una hermosa fotografía de platillos y una buena mezcla de música clásica, sino que también combina la historia personal de los creadores de estos platillos. La docuserie a la que me refiero se llama Chef’s Table, y cuenta ya con 4 temporadas (y una temporada especial en la cuna de la cocina occidental: Francia), en la que se sigue la historia de más de 20 chefs y sus respectivos restaurantes (hay una que no tiene restaurante, pero no le quita méritos).
Chef’s Table no es una serie que te dirá cómo cocinar un huevo tibio o cómo mejorar tu carne asada sin usar mostaza y salsa inglesa. En realidad es una serie que te mostrará los obstáculos y esfuerzos que cada cocinero tuvo que pasar (unos más que otros), antes de llegar a ser lo que son ahora. Los rasgos más comunes en cada protagonista podría describirse:
- Visión de un proyecto
- Redescubrimiento y mejoras de viejas técnicas
- Explotar los ingredientes locales
- Recurrir a la simplicidad
Es así como tenemos cocineros latinoamericanos que dieron la espalda a la cocina clásica francesa o italiana, y voltearon a ver sus raíces de la selva o los Andes, o una mujer japonesa que rompió toda una estructura dominada por hombres, para formar su propio estilo. Chef’s Table busca eso precisamente, cautivarnos con esas historias llenas de pasión, en las que más de alguno se sentirá “tocado” o inspirado, independiente de que nos sintamos identificados con la comida que ellos preparan.
Este 13 de abril se estrenó la cuarta temporada y se enfocó en el área de repostería, dándole su lugar muy merecido a todos esos cocineros que se especializaron en las artes dulces de la repostería, chocolatería, confitería, etc., por lo cual los invito a verlos. Si todavía no ha visto ningún capítulo de ninguna de las temporadas, déjeme meter mi espátula y hacerle unas recomendaciones:
-
- Temporada 1: Capítulo 1 con Massimo Bottura y capítulo 4 con Niki Nakayama
- Temporada 2: Capítulo 2 con Alex Atala, capítulo 3 con Dominique Crenn, capítulo 4 con Enrique Olvera y capítulo 6 con Gaggan Anand
- Temporada 3: Capítulo 2 con Vladimir Mukhin y capítulo 4 con Tim Raue
- Mención honorífica y un DEBER verlo: Temporada 1, capítulo 2, con Francis Mallmann. Los últimos 3 minutos … APOTEÓSICO.
Con esta breve reseña espero que se animen a seguir esta serie (no solo de zombies y dragones vive la gente), y quién quita que los inspire a un día dejar esa zona de confort y buscar aquello que realmente nos apasiona.
VoxBox.-