Series.- ¿Se acuerdan de El Perfume? Aquella novela de origen alemán que contaba la historia de un personaje bastante peculiar, un tal Jean-Baptiste Grenouille, o simplemente Grenouille, para los amigos. El tipo tenía super desarrollado el sentido del olfato, y básicamente sobrevivía gracias a ello, pues nunca había conocido el amor en ninguna de sus formas.
Grenouille, no es un sujeto particular solo por esa característica, sino que, además, era una persona bastante desafortunada desde el inicio de sus días, y pues sí, también estaba loco, era un obsesivo de los olores y de las pelirrojas, dicho sea de paso. Si con esas palabras aún no ubica la historia de la que estoy hablando, déjeme decirle que tanto fue el éxito del libro que un par de décadas después la historia llegó al cine, una adaptación bastante decente y sobre todo bella en cuanto a la fotografía. ¿Sigue sin saber de qué le estoy hablando?, pues esta es su oportunidad.
Hace unos cuantos días nuestra plataforma de series y películas favorita, Netflix, sorprendió (al menos así lo manejan ellos) a sus suscriptores, con una adaptación del best-seller de Patrick Süskind, El Perfume. La serie mantiene el titulo de la historia en que se basa, aunque no es una adopción del libro como tal, más bien es la historia de un grupo de amigos a los que les gustó tanto el libro que decidieron empezar a recrear la obra de Grenouille en tiempos actuales.
Es importante aclarar que la historia busca, quizás, hacerle homenaje al libro de Süskind, pero que se aleja bastante de la misma, al menos en lo visualmente atrayente de la historia original; es decir, las pelirrojas. Nuestro asesino se ha diversificado, busca crear ese perfume tan especial, pero su olfato está mucho más desarrollado que el de Grenouille. La pelirroja del inicio se vuelve solo un guiño a El perfume de Süskind, en la serie la victima puede ser cualquiera, siempre y cuando el asesino considere especial el aroma natural de su cuerpo.
Más allá de la historia de los asesinatos y tratar de averiguar quién es el asesino, la serie también nos muestra un abanico de situaciones que ocurren entre los sospechosos. Todos están unidos desde su infancia, pues se conocieron en un internado, todos arrastran secretos, algunos más oscuros que los de otro, pero al menos a mi ninguno me dejó sin inquietudes.
Sin embargo, tengo un personaje favorito, y por supuesto, tenía que ser femenino. Elena Seliger, la buena de Elena, la sufrida Elena, ¿la diabólica Elena? Su personaje es muy complejo, nos hace dudar de los sucesos recientes, de quién realmente mató a quién.
Y es que a pesar de la incansable necesidad de decirnos que “K”, el personaje femenino que abre la investigación, era una mujer terriblemente atrayente, durante los flashback a la infancia de los personajes no se puede más que evocar a la enigmática personalidad de Elena, a su sufrimiento, perpetuado por el rechazo de quienes deberían estar a su cuidado —pues en ese momento solo tenía trece años—, y de cómo todo lo que pasó en aquella época en el internado la han llevado a vivir de la forma que lo ha hecho.
A grandes rasgos la serie es bastante entretenida, no tiene demasiados cabos sueltos, es más, hay detalles minúsculos que se vuelven importantes mientras más avanzada está la trama. Y aunque los episodios oscilan los sesenta minutos, no son cargados ni se vuelven aburridos. Además, la fotografía de las series y películas alemanas siempre es muy hermosa.
Así que si aún no conocen nada sobre El Perfume, este es un buen comienzo, pero después lean el libro. Y sí ya lo saben todo sobre la historia, mi recomendación es simple: vean la serie, disfrútenla y estén atentos a cada personaje, tal vez encuentran antes al asesino.