Cine.- Period: End of Sentence, corto original de Netflix, y ganador de un premio Oscar en esta última edición de galardones 2019. Está dirigido por Rayka Zehtabchi, mujer, de origen iraní, menor de treinta años, y que decidió darle voz a uno de los temas tabú más representativos de la India.
Siendo honestos, no conocíamos de este documental hasta la edición 91 de los premios Oscar, y quizás de no haber ganado dicha nominación tampoco nos hubiésemos puesto a la tarea de ver el trabajo de Zehtabchi y mucho menos de tomarnos el tiempo de platicarlo. Incluso, nos lo planteamos como reto, en el cual estableceríamos nuestros puntos de vista, un hombre y una mujer, jóvenes y de occidente, tratando de asimilar la cultura del silencio en torno a la menstruación, todo ello situado en un pueblo de la India, donde un grupo de mujeres van y le plantan cara a una serie de problemas y limitantes. Así que estas son muestras impresiones al respecto.
Primero
Ninguno de los dos conocíamos el porcentaje de mujeres que utilizan toallas sanitarias en la India, de acuerdo con el documental ronda apenas el doce por ciento.
Es importante aclarar que dicha situación deviene de diversas fuentes, según se nos explica en el documental. El origen viene a ser el estupor que causa el solo hecho de reconocer que te encuentras menstruando. Aunado a ello tenemos la situación económica de las mujeres de la región, pues en su mayoría dependen económicamente del hombre de la casa, sea este un padre, un hermano o su pareja.
Mi compañero de aventura en esta nota se llama, por cierto, Elías Ramírez, lo primero que comentamos al respecto fue el grado en que la menstruación como tabú puede afectar actividades básicas en las mujeres, pues veíamos el ejemplo de una de las entrevistadas, que decía que luego de empezar a menstruar tuvo que dejar de asistir a la escuela, ya que le resultaba demasiado incomodo cambiar las compresas de tela que habitualmente utilizan. O la más conocida restricción hacia las mujeres de formar parte de actividades religiosas cuando se encuentran con su periodo.
Segundo
El manejo de la situación también nos sorprendió a ambos, hasta cierto punto el limitado acceso a las toallas sanitarias dentro del estrato más pobre de la India, quizás podría verse como un problema sanitario, ya que en la propia narración se cuenta que muchas veces las chicas utilizan trozos de tela sin importar que estos se encuentren sucios, lo que resulta alarmante.
Ahora bien, en el documental casi se sataniza el uso de las toallas de tela, conocidas en aquella región como cloth, afirmando que se utilizan sin importar las condiciones en que se encuentren. Sin embargo, los beneficios de este tipo de toallas sanitarias sobre las toallas convencionales o los tampones son enormes. Tanto así que en la cultura occidental han venido a revolucionar el mercado de productos femenino.
Tercero
Tanto hombres como mujeres ven en la menstruación el reflejo de una enfermedad, lo consideran como tal, como una afección física. Desconocen lo que su propio cuerpo posee, lo único que sienten es vergüenza y a veces temor.
El corto nos muestra lo difícil que es entablar una conversación seria sobre la menstruación, esto se debe en gran medida a la cultura tan intimista de la India. Y este punto nos daba mucho a la reflexión, pues consideramos que en Latinoamérica también se habla poco sobre menstruar, y todas las implicaciones que esto conlleva.
Cuarto
Coincidimos con los problemas ambientales que pueden producirse, ya que vemos cómo las mujeres depositan las compresas utilizadas durante el día en espacios baldíos, y no solo eso, sino el secretismo con el que realizan este procedimiento, pues es justo antes de que caiga la noche y cuando ninguna persona y mucho menos un hombre se encuentra en los alrededores.
Quinto
El documental no se centra únicamente en hablar sobre la menstruación como tabú, sino que vemos cómo se busca salir de ahí a través de la implementación de un pequeño grupo de mujeres, organizado para la producción y comercialización de toallas sanitarias.
Sobre esto es necesario matizar un poco, ya que los principales problemas con los que se ven estas mujeres son: la falta de suministro de energía eléctrica, lo que limita la producción de las toallas sanitarias; y, la poca costumbre que las mujeres locales tienen a la hora de utilizar el producto.
Sexto
Llegamos a una conclusión, la menstruación, el periodo, la regla o cualquier otro sinónimo con el que se le nombre, es un proceso biológico natural en las mujeres, no es una enfermedad.
No debemos convertirlo tampoco en una carga, y, sobre todo, tanto hombres como mujeres debemos aprender a nombrarlo, lo que implica que la educación sexual debe ser un pilar fundamental para las nuevas generaciones y para los niños y jóvenes en la actualidad.
Ahora bien, una vez expuesto el contenido básico de Period: End of Sentence, es necesario que maticemos ciertos argumentos, y que veamos si nos gustó o no. Es cierto que ha ganado un Oscar, pero eso no significa que sea perfecto o infalible en cuanto al contenido.
Empecemos con que nos están vendiendo un documental sobre el tabú de la menstruación en la India, pero en general los datos relevantes al tema son los expuestos en la primera parte de esta nota. Luego el documental deriva en el emprendimiento de las mujeres locales y de cómo se las ingenian para promover su producto, toallas sanitarias de calidad, pero con costo inferior al de las grandes marcas.
Sobre el porcentaje de mujeres que utilizan toallas sanitarias, el corto nos arroja un 12 %, sin embargo, comprometiéndonos con la causa, encontramos que al menos en internet no se puede constatar el estudio en el que se basan para darnos esa información, por el contrario hay un par de artículos que desmienten ese dato.
De acuerdo con La encuesta nacional sobre salud familiar en India, entre los años 2015-2016 el 48.5 % de las mujeres en entornos rurales, el 77.5 % de las mujeres en entornos urbanos y el 57.6 % en total usan toallas sanitarias.[1]
De igual manera, encontramos otros estudios en donde se refleja que en la India, el uso de toallas sanitarias en espacios rurales ronda entre el 35 % y el 57 %, y se incrementa cuando se trata de mujeres adolescentes hasta un 80 %.[2]
Y aunque es cierto que el documental solo refleja la situación de las mujeres más pobres de la región de Hapur, los datos que se arrojan están bastante alejados de la realidad que las cifras oficiales demuestran, lo que deviene en pequeñas controversias al momento de ser críticos con el contenido del mismo. Está bien, vemos cómo mujeres empobrecidas y con muchas necesidades sanitarias buscan salir adelante a través de emprender, pero quizás, desde esa óptica solo estamos mercantilizando las necesidades de educación sexual y acceso a beneficios sanitarios de calidad de una región que lo necesita.
Es por ello que se siente ese malestar en cuanto a su contenido. Si bien condensar tanta información en menos de treinta minutos debe ser bastante difícil, creemos que es importante que lo que se presenta no sea únicamente un trabajo para generar morbo, sino también para concientizarnos, sobre todo cuando ese trabajo va a ser visto por millones de personas y reconocido a nivel internacional.
Pero bueno, estas son nuestras ideas, ustedes vean el documental y saquen sus propias conclusiones.
[1] https://www.scoopwhoop.com/just-where-is-this-oftquoted-study-that-88-of-indian-women-dont-use-sanitary-pads/#.nbeja5dtq
[2] https://mythrispeaks.wordpress.com/2016/06/13/menstruation-rhetoric-research-reality/