Opinión.- La producción Dark, para quien no lo sepa, es una de las propuestas de Netflix más comentadas estas últimas semanas, marcando nuevamente el éxito en tendencias de la plataforma, por su producción de contenido original. En este caso, se trata de una serie realizada completamente en Alemania, lo cual enfatiza una vez más el interés de la empresa de expandirse a nivel internacional.
Para empezar, el elefante en la habitación…
Puede que a primera vista los espectadores tengan razón en guardar cierto escepticismo, por el parecido estético y visual de la serie con muchos otros productos de entretenimiento de los últimos años. Ha sido directamente comparada con Stranger Things, de forma negativa. Incluso guarda ciertas semejanzas con IT o cualquier otro show de temática sobrenatural ambientada en lúgubres bosques lluviosos y pequeños pueblos en los suburbios. Podríamos hacer incontables comparaciones, que van desde Twin Peaks hasta Riverdale.
Y realmente es entendible: más que una coincidencia, posiblemente sea la forma que tiene Netflix de “invertir dinero en algo seguro”, utilizando fórmulas que ya han sido exitosas en el pasado. Por suerte, Dark logra atrapar gracias a su particular forma de presentar un buen misterio de viajes en el tiempo y muy bien logrados cliffhangers al final de cada episodio.
Lo más positivo de Dark
Una vez que comienzas a verla, la curiosidad por querer entender lo que está ocurriendo, y encontrar una explicación lógica a los hechos, inevitablemente te hará querer volver por más, sin importar las deficiencias que tiene en otros apartados.
La historia es sumamente compleja. En un principio piensas que se trata de otra típica historia de niños desaparecidos, en un pequeño pueblo donde aparentemente “nunca ocurre nada extraordinario”. Pero conforme avanza, te encuentras con una serie de situaciones interconectadas por saltos temporales y fascinantes paradojas que le dotan de una personalidad propia.
Podríamos compararla, hasta cierto punto, con Donnie Darko, en el sentido de que existe una trama que requiere de suma atención en los detalles, pero que no deja de ser entretenida. Esto gracias a la carga dramática que conllevan muchas de las situaciones familiares, que se encuentran inmersas en todos estos hechos extraños.
La excusa de los viajes en el tiempo
Ciertamente, podríamos pensar que el aspecto más fantástico de la serie sirva más como una excusa para representar el lado más retorcido de las comunidades pequeñas. Una temática muy predominante en los libros de Stephen King, donde la serie también parece recoger cierta inspiración. Todos estos entornos, a pesar de su aparente estabilidad y pretendida seguridad, parecen esconder detrás de las puertas de cada hogar infinitas redes de mentiras, infidelidades, traiciones, rencores o alguna otra manifestación de tóxicas relaciones.
También guarda muchas implicaciones filosóficas. En especial la teoría del eterno retorno de Nietzsche, referenciada de forma directa casi al final, que sirve de base para dar una explicación sólida a los viajes en el tiempo y hablar de complejos conflictos morales. Donde se pone en duda el propósito de la existencia o la validación de conceptos como el destino y el libre albedrío.
Dejando de lado si es una “representación realista”, los guionistas se esmeraron en dotarle a la serie de una lógica interna lo suficientemente coherente para sus propósitos, y que no te da el tiempo suficiente de cuestionar su universo, solo aceptar a medida que se van presentando las reglas del juego y conjeturar tus propias teorías.
Sin embargo…
A pesar de tener muchos puntos a favor, la serie también está sumamente abarrotada de personajes secundarios, y quizás con una muy innecesaria forma de complicar más la trama. Realmente es fácil perder el rastro en el árbol genealógico, haciendo casi necesario darte un respiro para anotar algunas ideas con respecto al origen de algunos personajes.
Aunque cuenta con un elenco excepcional y personajes con motivaciones muy claras, muchos de ellos se quedan inertes en su línea de acción, con muy poca relevancia o siendo relegados a hacer relleno en lo que queda de la temporada. Todo sin saber si en algún momento volverán a hacer algo importante.
Además, hay una extrema necesidad de ser más cerebral que emotivo. Teniendo por defecto que algunas situaciones dentro de los círculos familiares queden sin el impacto o las consecuencias que se podrían esperar, siendo opacado este aspecto por la constante búsqueda de explicaciones a otros misterios.
Desconozco si esto se debe a la propia frialdad de la cultura europea y el tratamiento que tienen para sus series, pero sin duda eso hace que apele a un público más racional que interesado por indagar en el drama humano. A pesar de todo, sigue siendo muy recomendable para quienes disfrutan del misterio y la ciencia ficción por igual.
Solo queda esperar si la segunda temporada logrará satisfacernos por completo y si cumplirá con revelarnos todos esos cabos sueltos que nos dejaron con ganas.
https://www.youtube.com/watch?v=zy0b9e40tK8