Detalles.- ¿Recuerdas esa vez que cortaste con tu pareja y el mundo —literalmente— se te vino abajo? La depresión, las ganas locas de no salir de tu cuarto, la visión borrosa y el dolor, sobre todo el dolor. La gente suele decir que de amor nadie se muere, pero eso no es necesariamente cierto.
Un grupo de investigadores liderados por el científico de la Universidad de Aarhus, Simon Graff, han llegado a la conclusión de que una ruptura traumática o la muerte de tu pareja puede causar latidos irregulares del corazón, lo que deriva en un mayor riesgo de muerte. Sí: el amor te puede matar.
El estudio analizó a casi un millón de daneses y estimaba que el riesgo era más alto 8-14 días después de la pérdida. A partir de ahí disminuía gradualmente. Sin embargo, el riesgo se mantenía relativamente alto durante el año siguiente, antes de volver a los latidos normales. La investigación se realizó a través del estudio de casos y controles poblacionales entre 1995 y 2014.
Dentro del estudio, se investigaron los factores que pueden aumentar el riesgo cardíaco. Entre los motivos que aumentan el riesgo de “morir de amor” se encuentran la edad, el sexo, las condiciones de salud y la salud de la pareja. “El riesgo de desarrollar un latido irregular por primera vez fue de un 41 % superior entre los que han experimentado una pérdida, de aquellos que no”, establecía el estudio.
Al contrario de lo que pueda parecer, esto no es algo que solo afecte a las personas mayores. De hecho, de acuerdo con los resultados del estudio, los menores de 60 años tienen el doble de probabilidades de desarrollar problemas cardíacos después de perder a su pareja. En el caso de suceder de forma inesperada, el riesgo aumenta en un 57 %.
Así que presta mucho cuidado a quien “le entregas tu corazón”. Te podría matar. Literalmente.
VoxBox.-