Sabina lo niega todo. Así nos adelanta lo que será su próximo disco, que verá la luz en marzo, y cuya biopsia —poética, cruda, nostálgica, irónica y lúcida— podemos degustar desde este viernes.
Música.- Sabina lo niega todo. Así nos adelanta lo que será su próximo disco, que verá la luz en marzo, y cuya biopsia —poética, cruda, nostálgica, irónica y lúcida— podemos degustar desde este viernes.
Lo niego todo es una pieza compuesta por las seis manos del propio Sabina, de Benjamín Prado y de Leiva. El segundo relata que la canción empezó con una idea del primero: “Ya sabes —cuenta el poeta que le dijo el cantautor—, se trata de cambiar la leyenda del calavera, el juglar del asfalto y el profeta del vicio, como me llamaron en un periódico de Chile, por la imagen de un tipo que llora con las películas de sobremesa los domingos por la tarde”.
El videoclip de Lo niego todo, en blanco y negro y rodado a finales de 2016 en diferentes localizaciones de Madrid, encaja de manera impecable con lo que representa la canción y nos da una visión de la trayectoria de Joaquín Sabina, desde un enfoque muy personal.
El creador de 19 días y 500 noches o Física y Química también ha dado a conocer este viernes el making of del rodaje del nuevo videoclip.
Según Prado, “los primeros versos” aparecieron en un restaurante de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz): “Aquella estructura basada en la negación, lo niego todo, esto y lo otro, lo bueno y lo malo, lo que me atribuyen y lo que puede que sea… Ahí estaba, era ella, había que atraparla y empezamos a disparar en todas direcciones. Volvimos a casa y no paramos de buscar y encontrar”. Al poco, el ex Pereza puso la melodía como si a Sabina “le hubiesen leído el pensamiento”.
Matrimonio aburrido y resurrección
Desde un punto de vista sonoro, Lo niego todo aporta un lifting instrumental y melódico que a Sabina le urgía —él mismo reconoció que quería haber sacado un disco con canciones nuevas antes, pero que la conexión con sus escuderos habituales, Pancho Varona y Antonio García de Diego, era la de un matrimonio aburrido—. Leiva es la “novia nueva”, la ventana abierta que aporta un punto de vista distinto, con menos carcoma, más picante.
Además, la banda que arropa a Sabina en Lo niego todo (álbum) la conforman primeros espadas del rock español, como el baterista José Niño Bruno, el bajista Candy Caramelo, el teclista César Pop o, a las guitarras, Ariel Rot —quien compone la melodía de Postdata— y Carlos Raya, amén del propio Leiva. Sin embargo, para la gira —que arranca el 20 de abril en Quito—, el cantautor recurrirá a sus músicos de siempre.
En buena hora Sabina dejó por un momento a los amores de su vida y la despreciable comodidad. Con esta canción, el genio de Úbeda parece haberse renovado.
Ya era tiempo.
VoxBox.-