Detalles.- El mundo está hablando de la victoria de Donald Trump y de las consecuencias que puede tener para la política internacional. En resumen, todos estamos verdaderamente aterrorizados. El mundo se ha polarizado a favor o en contra de un candidato, a favor o en contra de las minorías, de la discriminación, de la corrupción, de las mentiras…
Sin embargo, hay dos chicas que a pesar de todo no se han separado, se trata de Chelsea Clinton e Ivanka Trump.
Las hijas de los candidatos a la presidencia de EE.UU. son amigas hace tiempo, su amistad ha crecido con ellas y no se rompió debido a la fuerte rivalidad de sus padres.
Ivanka ha dicho al respecto:
“Sigo considerando a Chelsea una buena amiga y a ella le pasa lo mismo conmigo, tenemos una muy bonita relación”.
Por otra parte, Chelsea dijo:
“Nuestra amistad empezó antes de la política y durará más que ella”.
Si bien ambas tienen puntos de vistas diferentes respecto a la política, su amistad no tiene limitaciones, ni colores políticos. Cada una de ellas apoyó a sus respectivos padres en sus campañas, pero nada impidió que siguieran compartiendo sus vidas juntas.
De ellas podemos aprender que las rivalidades no siempre tienen que ser violentas, no todo es blanco o negro, existen puntos medios y más cuando se trata de un ser querido.
Es posible vivir tu vida con alguien que piensa distinto que ti. A veces, las distintas opiniones nos enriquecen, nos ayudan a ver puntos de vista más interesantes o que quizá nunca habíamos tenido en cuenta. Sin embargo, no intenta hacernos cambiar de opinión, nos ayuda a pensar más claramente.
El amor vence cualquier barrera, (esto ya lo sabíamos) pero es bueno verlo en una situación como esta, en la que la discriminación es la protagonista.
Este es un grandioso ejemplo de amistad, de entendimiento y de esperanza. A pesar de que Estados Unidos se encuentra en un difícil escenario político, todavía hay esperanza y todavía queda mucho por recorrer.
VoxBox.-