El régimen nazi tuvo cierto apoyo en Chile y otros países de Latinoamérica durante la Segunda Guerra Mundial, y es por esta razón que algunos oficiales nazis huyeron a Sudamérica.
Detalles.- Un grupo de investigadores en Chile ha publicado miles de documentos desclasificados que datan de la Segunda Guerra Mundial, los cuales revelan hasta qué punto estaban infiltrados los nazis en el país. Entre las revelaciones más impactantes se encuentra una conspiración nazi para destruir el canal de Panamá, un acto que habría “cambiado la historia de todo el mundo”.
Como reportan en Deutsche Welle, los documentos fueron presentados en una ceremonia que se llevó a cabo en Santiago de Chile. Estos archivos se hicieron públicos después de que algunos diputados chilenos lo exigieron a inicios de año. Ahora formarán parte de una exhibición en los archivos nacionales de Chile y una versión estará disponible en internet.
“Hasta ahora esto era un secreto de Estado”, dijo el legislador Gabriel Silber, uno de los responsables de la petición de liberar los documentos. “Quizás a partir de ahora comenzaremos a reconocer esa verdad tan incómoda y desagradable de que, lamentablemente, algunos políticos y empresarios en Chile en algún momento apoyaron a los nazis”.
El régimen nazi tuvo cierto apoyo en Chile y otros países de Latinoamérica durante la Segunda Guerra Mundial, y es por esta razón que algunos oficiales nazis huyeron a Sudamérica después de la guerra. En 1941, después de que se descubrió la presencia de grupos nazi en el país, el Gobierno chileno creó una unidad policial especial llamada Departamento 50, para rastrear a estos espías y frustrar sus actividades.
Según revelan los documentos desclasificados, más de 40 personas involucradas con el espionaje nazi fueron arrestadas en el país durante la guerra. El Departamento 50 logró desmantelar dos grupos espías que estaban trabajando en Chile y otras naciones sudamericanas, confiscando sus armas, miles de dólares en efectivo y descubriendo varios planes y conspiraciones, incluyendo uno para bombardear minas en el norte de Chile.
La unidad especial de la policía también descubrió que los niños de algunas familias alemanas que vivían en el país estaban recibiendo entrenamiento paramilitar.
Los documentos también revelaron que los espías nazis y personas que los apoyaban interceptaron las comunicaciones radiales de los miembros de la Marina chilena, para después cifrar estos mensajes y enviarlos al tercer Reich. Esto es evidencia de que los nazis tenían simpatizantes en posiciones de mucho poder e influencia.
Quizás la revelación más sorprendente de todas es que el Departamento 50 descubrió y frustró un plan para atacar el canal de Panamá. “Si los nazis hubiesen logrado su objetivo habrían cambiado tanto la historia de Chile como la de todo el mundo”, comentó durante la ceremonia Héctor Espinoza, director general del departamento de investigación de la policía chilena.
Lamentablemente, no revelaron detalles de los planes, pero es bastante probable que los espías planearan plantar bombas en zonas vulnerables del canal, con la intención de hacerlo inoperable e irreparable durante un largo período de tiempo. Destruir una o varias compuertas hubiese tenido resultados catastróficos.
La destrucción del canal de Panamá, incluso de forma temporal, significaba grandes problemas e interrupciones para los Aliados y su actividad marina. El canal era la ruta principal de transporte de las tropas estadounidenses desde la Costa Este de Estados Unidos al océano Pacífico. Interrumpir esta vía perjudicaba la lucha de las fuerzas estadounidenses contra Japón, nación que era aliada de la Alemania nazi para entonces.
Los japoneses también tuvieron un plan para atacar el canal de Panamá durante la guerra usando una flota de submarinos, pero la guerra terminó antes de que llevaran a cabo su ataque.
La publicación de estos documentos se llevó a cabo apenas días después de que se descubrió un tesoro de reliquias nazis en la casa de un coleccionista en Argentina. Puede que la guerra haya finalizado hace 72 años, pero todavía estamos descubriendo hasta qué punto los nazis intentaron convertir a Sudamérica en su segundo hogar.