La más famosa —y quizás la más aceptada entre los escépticos— es la que dice que, efectivamente, el famoso aterrizaje comandado por Neil A. Armstrong fue producido en un estudio de cine.
Cultura.- Fue un 20 de julio de 1969 que la humanidad entera observaba cómo la ciencia ponía al primer hombre en la Luna. Fue un acontecimiento decisivo en la historia. Estados Unidos se ponía a la cabeza en esa carrera espacial, contra la ya extinta Unión Soviética, por descubrir primero las maravillas del espacio exterior.
Pero las teorías conspirativas no se hicieron esperar demasiado. Para muchos escépticos de aquel momento (incluso para muchos de la actualidad) toda aquello fue un show montado por la inteligencia estadounidense.
Y comenzaron las teorías
La más famosa —y quizás la más aceptada entre los escépticos— es la que dice que, efectivamente, el famoso aterrizaje, comandado por Neil A. Armstrong fue producido en un estudio de cine, con todo completamente ficticio, como cualquier otra película. Los rumores comenzaron a difundirse a tal punto, que se ha acusado al mismo Stanley Kubrick de haber dirigido aquel fraude sin precedente.
Ese mito volvió a tomar fuerza cuando en 2012 se dio a conocer el documental Habitación 237, de Rodney Ascher.
Pero Vivian Kubrick, hija del famoso director de cine estadounidense, ha hecho circular una carta pública en la que se puede leer cómo defiende a su padre, asegurando que él hubiese sido “la última persona que ayudaría al Gobierno de EE. UU. a traicionar de una forma tan horrible a su pueblo”.
La hija del director califica esa teoría como “una mentira grotesca”.
“¿Quién puede creer que uno de los grandes defensores de la humanidad podría cometer un acto de traición?”, cuestionó Vivian.
Realidad o mito, lo cierto es que aquel pequeño paso para el hombre se volvió un enorme paso para las paranoias más excéntricas gracias al alunizaje.