Cotidiano.- El 4 de julio de 2016 empezamos a llevar la contraria a casi todo: al tiempo, a las probabilidades de subsistir y a nuestras propias trampas mentales. Ejemplo de eso es que pasé pensando en esta nota editorial todo el día. En mi mente tenía un inicio un poco más solemne y periodístico… pero ¿a quién quiero engañar? Recordé que no había escrito esta entrada, justo en medio de un caótico tráfico de El Salvador, bajo la lluvia. “¡Estúpida, mi nota para VoxBox, idiota!”, pensé. No tuve más remedio en ese momento que reírme un poco de mí misma.
Justo eso mismo pasó el año pasado, cuando llegamos al primer año de vida: no tuve chance de escribir nada. A veces mis múltiples ocupaciones me alejan por largo rato, pero aun así la revista va mutando en algo muy distinto a lo que inicialmente fue. No quería que volviera a pasar.
Esta revista, decía antes, trata de llevar la contraria. No me malinterpreten, siempre, cada persona de este inmenso planeta, lleva la contraria a algo y eso no implica que sea algo negativo. Lo mismo es acá. Desde su nacimiento VoxBox ha ido en contra de todo, no solo del día a día, sino que también se ha ido afinando con el paso del tiempo. Y comprendimos, los que la llevamos adelante, que de nada sirve tener una plataforma comunicacional, si no tenemos un propósito. Hace unos meses estuve en un taller —de esos fancis—, donde nos sentamos muchos editores a conocer las experiencias de todos y del tallerista. Aprendí mucho, sobre todo cuando el mentor en cuestión me preguntó de qué se trata esta revista.
Entonces no supe responder a la altura. Con nerviosismo respondí que somos una revista de opinión contra el sistema y que nos interesan temas como el desarrollo social, los derechos humanos y la política… ¡ah!… y también nos entretenemos escribiendo de literatura, cine y música. Por supuesto, ni yo quedé satisfecha con mi respuesta balbuceada. Antes de aquel penoso suceso, con el equipo de trabajo nos habíamos inventado una palabra: “Antisistematizar: dícese de la acción de desorganizar un conjunto de elementos de manera que deformen un sistema”.
El tallerista me vio muy serio y me dijo: “No es posible ser antisistema y hablar de derechos humanos”. Casi lloro esa mañana. Pasé semanas pensando en su rostro y en mi fracaso como editora. Estaba tan avergonzada, que es primera vez que cuento el episodio. Ayer pensé que es hora de poner de nuevo en alto nuestra bandera y tenemos que seguir llevando la contraria, incluso a las definiciones más tajantes.
¿Cómo ser antisistema y hablar de derechos humanos, sexualidad y cine a la vez? Simple: somos antisistema si con nuestras notas, con nuestra relación con los lectores, con nuestro humor negro e irreverente, logramos hablar de cosas que nos importan. El sistema es inhumano y eso va desde las luchas sociales, pasando por la educación más completa en los ámbitos de la sexualidad y la cultura. Una persona informada es alguien que tiene un criterio y la oportunidad de llevar la contraria a todo aquello que no la deja ser feliz: puede enfrentar mejor las injusticias, la corrupción, la desigualdad y el miedo a lo desconocido.
Por eso encuentran lo que encuentran acá: temas que son importantes para cualquier ser humano que está comprometido en aprender cada día algo nuevo, no importa lo que sea.
En estos dos años, por esta revista han pasado personas que con sus letras, experiencias y conocimientos nos han regalado humanidad, y eso es de los regalos más grandes. Gracias a Ricardo, Ximena, Edwin, Alexandra, Roberto, Luis, Vanessa, Roberto (nuestro chef de cabecera), Julio, Tano, Andrés, Paola, Paul, Marcela y Randall, a cada persona que nos enseña, alienta, que nos motiva y que nos da alguna idea fabulosa, para llevarla a cabo con el compromiso de antisistematizar, para llevarle la contraria a todo lo que nos quita humanidad.
¿Nos falta mucho por aprender? ¡Claro que sí! Una vez leí: “Ser tonto no es el problema: lo es creer que se las sabe todas, que siente ser más inteligente que los demás y que habla creyéndose sabio”. Amo el internet por eso, porque sigue enseñándonos cada día algo para ser mejores personas.
Gracias a usted, que tiene paciencia de leernos de vez en cuando. Siempre es bienvenido, con todo y sus comentarios. Esperamos seguir aprendiendo y regalarle a este descolorido mundo contenido de calidad, que nos dé más temas para conversar.