Viajes.- Hace dos años que puse por primera vez el pie en esta megalópolis que ahora se llama CDMX, que se encuentra conurbada con muchas ciudades del estado de México, como Tlanepantla, Naucalpan, Ecatepec, etc.
He tenido que vivir muchas cosas en estos 24 meses. Por ejemplo, que acá llegué con mochila en hombros y nada más de lo que me cabía en ella. Antes de llegar acá, recorrí lugares de Chiapas y Tabasco. Fue casi un mes de viaje desde que salí de casa, hasta que el 11 de abril de 2016 llegué antes de las seis de la mañana a la Terminal del Norte a la CDMX, de allí tomé un taxi hasta la casa de mi amigo Jean Carlos Duarte, quien me recibió y me animó a quedarme y probar suerte en este país, que me ha tratado bien y ha abierto las puertas a tener experiencias de las que ya llegará el tiempo de contarles.
Una vez instalado en esta ciudad, lo que más me encantó fue reencontrarme con personas viajeras que ya había tenido el placer de conocer en años anteriores. Uno de ellos fue un mochilero que conocí en Panamá, de nombre Horacio Jerónimo, quien me ayudó mucho con mi primer empleo acá: repartidor de volantes de una cervecería en el centro de Coyoacán, a unos pasos de la casa de Frida Kahlo. En eso pasé de martes a domingo, a excepción de viernes y sábado, que al terminar de repartir volantes a las 8 de la noche en hora mexicana, pasaba a la cantina para la que trabajaba y comenzaba a servir de mesero, y así lograr obtener ingresos extras para estabilizarme en esta ciudad y comenzar a informarme de cómo podía conseguir un permiso de trabajo. También debo agradecer a mi familia, que poco a poco comenzaron a mandarme mis cosas y a visitarme. Así fue como comencé a traer mis pertenencias desde El Salvador, porque ahora ya no basta una mochila. Ellos me han ayudado a echar raíces aquí y a sentirme un salvadoreño lejos de su tierra, que esta persiguiendo sus sueños en suelo extranjero.
CDMX: Ciudad caótica
Acostumbrarme a esta ciudad tan poblada, grande y caótica fue fácil, no me costó mucho. Lo más difícil fue pasar largas horas en el transporte público, perdido en alguna estación de Metro, Metro Bus o en los peceros, que ahora no manejo al 100 % pero ya me sé mover en ellos. Muchas veces, en mi día libre, me iba de un lugar a otro y me bajaba en las estaciones y comenzaba a recorrer las calles a pie. Así, poco a poco, fui conociendo.
En fin, son muchas cosas que poco a poco iré contando de lo que he vivido estos dos años en esta bella ciudad, incluyendo los recorridos por Los Estudios Churubusco, que son los más antiguos de América Latina. Allí he podido apreciar exposiciones del cine mexicano y extranjero que ha sido locación en este país y ciudad.
Como algunos sabrán, fui fan del personaje de Catalina Creel. Tuve la oportunidad de asistir al funeral de la actriz que la interpretó: la gran María Rubio.
https://www.instagram.com/p/BE7FO5luIVK/
Tradiciones mexicanas
He vivido muchas tradiciones mexicanas. Por mencionar algunas: el Día de Muertos, en el barrio mágico de Mixquic, al sur de la ciudad. Fui un 12 de diciembre a la Basílica de Guadalupe y pude cantar las mañanitas (por cierto, lo que transmiten en televisión no es en directo, lo graban días antes).
He disfrutado mucho de su gastronomía y no solo de la de CDMX, sino de toda la República mexicana. He conocido sitios históricos como Tlatelolco, un lugar que ha sido marcado por masacres y terremotos.
En fin, la CDMX me ha abierto puertas y ventanas, me ha dado nuevos amigos, pero sobre todo: me ha dado la satisfacción de ser el guía de amigos salvadoreños que han venido de paseo por acá y salir con ellos a recorrer estas calles. Me ha llenado de mucha satisfacción pasearlos convertido en un local.
Mis agradecimientos
No puedo no recordar a mis amigos y familia: esta entrada va con dedicatoria para mi tía Estely, mis primos Nilson y Erick, que fueron los primeros en venir a visitarme. A mis amigos salvadoreños Jean Carlos Duarte, René Aguiluz, Gilberto Jule, Perpio Cortez, que me echaron la mano cuando lo necesitaba. A mi amigo hondureño Carlos Hernán y a mis amigos que han venido a visitarme y no han dejado que me olvide de mi terruño: Loy, Hazel, Chris Escobar, Juan Rodriguez, Gabi Rivera, Tiffy Aguilera, Tito Saravia, Stiven Perla, Delma Bran, Allan Barrera, Katty Paulette… ha sido un gusto tenerlos acá, y gracias porque no se han olvidado de mandarme una quesadilla desde allá.
Y la dedicatoria más especial de todas por eso la del final: a mi abuela Juventina Nolasco, a mi mamá y hermana Dany y Daniella, y a mis tíos Ena y Marlo, que me han dado muchas alas para volar.
No se olviden que pueden seguirme en mi cuenta en Instagram como @JonMochilero
https://www.instagram.com/p/BG5azhYOIUS/