Música.- Charles Manson ha muerto a los 83 años, hace unas cuantas horas. El mundo ahora es un lugar un poquito más bello, hay que decirlo.
Pero la historia de Manson no deja de ser, por lo menos, fascinante. Sobre todo porque está sumergida hasta la raíz en la cultura pop, en el imaginario colectivo de los estadounidenses y buena parte del mundo.
Cultura pop, sí, y qué más cultura pop que emparentar —aunque sea de forma equívoca— a Manson y su “familia” con la banda pop por excelencia: The Beatles.
Más o menos, así comenzó la historia
El 10 de agosto de 1969, cuando la policía llegó al 3301 de Waverly Lane, no podían creerlo: los cadáveres del empresario de la alimentación Leno LaBianca y su mujer Rosemary yacían apuñalados 60 veces.
La noche anterior habían presenciado un espectáculo parecido: la actriz Sharon Tate, el peluquero Jay Sebring, el guionista Voytek Frykowski y la acaudalada heredera Abigail Folger fueron brutalmente asesinados.
Pero ese 10 de agosto, las palabras “Haelter Skelter” (sic) podían leerse escritas con la sangre de las víctimas sobre la refrigeradora del lugar.
Aquel fue el sangriento génesis de la leyenda más maldita de la historia del pop: a nadie se le escapaba que Helter Skelter era una canción de The Beatles.
¿Habría sido la música de los Beatles el detonante de uno de los crímenes más famosos de la historia?
Obvio que no. Es una estupidez siquiera plantearlo. Aunque quizás no tan estúpido: seguramente esas leyendas que vinculaban una canción escrita por McCartney con un asesino serial, bien que mal, contribuían a vender discos.
Pero otra relación no existe. Y por mucho que nos parezca moralmente reprobable, lo cierto es que no tiene nada de extraordinario que una persona enferma escuche una canción de un grupo famoso y encuentre una justificación para sus actos.
Y aunque quizás no lo sabías, hay muchas canciones de rock —y metal— inspiradas por las historias de asesinos en serie.
Es decir, tampoco tiene nada de especial que funcione al revés: que sean los asesinos quienes inspiren a los músicos.
Aquí hay algunos ejemplos de ello:
Blackest Eyes, de Porcupine Tree (inspirada en Ted Bundy)
Ted Bundy fue un asesino que mataba y violaba a chicas. Su especialidad eran las mujeres y no le importaba la edad.
Licenciado en Psicología, mató alrededor de cien mujeres y nunca mostró mayores signos de arrepentimiento. Insistía en su inocencia, pese a las reveladoras evidencias.
Fue asesinado en la silla eléctrica en 1989, luego de ser declarado culpable. Esta canción está inspirada en este villano temible.
Midnight Rambler, de The Rolling Stones (inspirada en Albert DeSalvo)
La forma de asesinar de DeSalvo fue a apretando el cuello de sus víctimas, y generalmente eran mujeres. Albert DeSalvo venía con antecedentes familiares, ya que su padre golpeaba y tenía sexo con prostitutas delante de sus hijos. Un currículo ideal para inspirar a Sus Satánicas Majestades, The Rolling Stones.
Jack The Ripper, de Morrissey (inspirada en Jack, El Destripador)
Uno de los casos de asesinos seriales más conocidos del mundo (quizás uno de los pocos más famosos que Manson) fue conocido por ir acosando principalmente en la oscuridad de la Inglaterra victoriana del siglo XIX, destripaba a sus víctimas y hasta les arrancaba el corazón. También ha sido objeto de múltiples producciones. Morrissey, muy interesado en la literatura y en esta historia, decidió componerle una canción.
Jack es, como dijimos, uno de los asesinos seriales más archiconocidos del mundo. Por eso no es de extrañar que haya más de una canción inspirada en él. Aquí otro ejemplo:
Revolution Blues, de Neil Young (inspirada en Charles Manson)
https://www.youtube.com/watch?v=cV-RwtzfST8
Volvemos a nuestro inicio: Charles Manson. Esta vez no tiene nada que ver con The Beatles, pero sí con otro monstruo del rock: Neil Young.
De Manson sabemos que adoctrinó a una secta completa y los obligó a realizar diversos asesinatos durante la época de finales de los sesenta.
Neil Young conoció a Manson, quien incluso admiró su música en algún momento. En su canción habla de la secta y de los asesinatos.
33 Something, de Bathory (inspirada en John Wayne Gacy)
https://www.youtube.com/watch?v=nL-RKvN8rxg
El miedo a los payasos no ha sido un invento de Stephen King (aunque quizás sí lo perfeccionó). La terrible historia de Wayne Gacy prueba que ese terror no es invento de la literatura: entre 1972 y 1978, comenzaron a desaparecer una gran cantidad de niños y jóvenes en el condado Cook, de Illinois. Después de una serie de investigaciones, encontraron que John Wayne Garcy fue el culpable de por lo menos 33 asesinatos. Garcy generalmente conocía a sus víctimas cuando actuaba en fiestas infantiles como el payaso Pogo, después las llevaba a su hogar para violarlas y asesinarlas. Fue sentenciado a muerte en 1980 y 14 años después fue ejecutado.