Factor humano por excelencia, relacionamos la música con el ocio, con la distracción, incluso como una forma de terapia, y los más aventajados como un estilo de vida.
Detalles.- La música es un elemento indispensable en la vida humana. No se ha registrado jamás una sola cultura en el mundo para la que la música no tenga un valor preponderante, tanto en su condición de elemento cultural, como en la conformación de la identidad de cada nación y cada persona en particular.
Con la llegada del internet, de la voraz tendencia de la globalización, ahora tenemos acceso a una cantidad casi obscena de música proveniente de cada rincón del planeta. La facilidad para la edición de videos nos ha regalado hilarantes piezas musicales de los más diversos tipos, como este video de Barack Obama interpretando el mega hit de Daft Punk. También nos ha permitido conocer bandas de jóvenes talentosos de todo el planeta, cuya experticia musical en otro momento de la historia jamás hubiese pasado de sus círculos más inmediatos.
Relacionamos la música con el ocio, con la distracción, incluso como una forma de terapia y los más aventajados como un estilo de vida.
Debido al hecho de que incluso un niño fácilmente puede mover su cuerpo al ritmo de una melodía, podríamos llegar a pensar que se trata de un instinto primitivo: para nuestra especie la música es un don innato —genético, incluso— y es por eso que nos sorprende tanto descubrir que el que podamos crearla, escucharla, transmitir emociones a través de ella y, por supuesto, bailarla, es en realidad una de las muestras más significativas de la evolución en el planeta.
Nadie ha podido determinar de dónde surgió esa habilidad, pero con la información recabada por la ciencia hasta este momento podemos comenzar a intuir el papel fundamental que ha jugado en la conformación de nuestro cerebro. Ni siquiera los simios, con quienes los seres humanos compartimos un antepasado común y algunas otras habilidades complejas, como la interiorización de ciertas reglas abstractas de lenguaje, son capaces de formular en su cerebro secuencias, que es el elemento primordial para la música.
Una de las principales pistas de esta habilidad podría residir en el habla. En realidad no se ha sabido determinar si el habla surgió de la música o al revés, pero sí existe evidencia suficiente para determinar que ambas habilidades venían de la mano. Lo que sabemos incluso, sin necesidad de ser científicos, es que cada idioma humano posee un ritmo y una melodía diferentes. Esas variaciones del habla se diversifican todavía más dentro de un mismo idioma, como es el que caso del español, que no se habla igual en el norte, sur o Centroamérica. Esta relación del habla y la música ha generado hipótesis bastante curiosas, como los estudios que han sugerido que distintas culturas podrían haber desarrollado diferentes formas musicales por la influencia del ritmo propio del idioma que hablan.
Así que la próxima vez que pongas tu canción favorita en el celular o la computadora, recuerda agradecer a la evolución por tan maravilloso regalo.
VoxBox.-