Opinión.- Voy a dejar claro antes: no soy gamer, ni siquiera recuerdo cuál fue el último que jugué, así que no esperen un grandioso análisis de Cuphead.
Me animé a comprarlo y a jugarlo, por la cosa más burda por la que se puede escoger algo: la estética.
No decepciona, no me arrepiento. Las gráficas son maravillosas y el soundtrack vale muchísimo la pena (no sé si se llama soundtrack).
Se estrenó el 29 de septiembre de este año y está disponible para Xbox One y para PC.
Cuphead resulta muy complicado
Es difícil, muy difícil. En principio me pareció lógico que lo sintiera complicado porque no soy experto en estas cosas, pero luego estuve leyendo un poco y resulta que, incluso, para los más aventajados en la materia resultó con un nivel considerable de dificultad.
En Cuphead existen dos niveles: el “fácil” para los incautos, como yo, que nos dejamos llevar por lo gráfico, y uno “regular” para los que buscan el mayor reto posible.
Yo comencé en el nivel regular y muy pronto me di cuenta de mi error. La frustración es absoluta desde los primeros segundos. Así que, como buen mal jugador, decidí pasar al nivel fácil y ahí pude avanzar más.
Debo agregar en esta parte que no he jugado en modo cooperativo, aunque el juego lo permite. Probablemente esa sea una experiencia totalmente distinta.
Sin embargo…
Cuphead me pareció una experiencia muy extraña: por un lado, sentía la inmensa frustración de no poder avanzar mucho, porque las tres vidas se me iban sin que supiera muy bien por dónde; y por otro lado, estaba el elemento adictivo, de seguirlo intentando a pesar del fracaso, porque es estimulante para los sentidos y porque la derrota, aunque contundente, se sentía bastante agradable.
Toda una lección de vida al mejor estilo coheliano.
¿Lo recomendaría?
A un gamer profesional nunca me atrevería a recomendarle ningún videojuego, pero a los que como yo les gusta solo probar random, lo recomiendo muchísimo. Es una experiencia estimulante. Aunque si tienden a ser obsesivos, lo mejor es que lo eviten a toda costa.
Por último, quisiera retomar esto que escribió Carlos Rebato en su reseña del juego para Gizmodo:
Cuphead es uno de los mejores juegos del año.
Es difícil, muy difícil, pero no tanto como para tirar la toalla.
Es barato.
Agregaría algo más: si lo van a comprar para PC, no jueguen con el teclado, mejor cómprense un control apropiado (que considero no son tan caros). Lo digo por su salud: si juegan con el teclado les dolerán mucho las muñecas.
¿Agregarían algo más?