Detalles.- Este jueves 21 de diciembre de 2017 celebraremos el primer día de verano en el hemisferio sur, conocido como solsticio de verano.
El término solsticio deriva del latín, quiere decir “sol quieto” y hace referencia a los momentos en que el sol deja de avanzar. En su movimiento aparente en el cielo, el “astro rey” va alcanzando cada vez mayor altura y haciendo que los días sean más largos, hasta llegar a uno de los solsticios. Luego comienza a disminuir su altura y se acortan los días, hasta siguiente solsticio.
El solsticio de verano y de invierno: un día sagrado
Por milenios, las culturas alrededor del mundo han observado ese día como un evento sagrado. En el hemisferio norte, el solsticio ocurre el 21 o 22 del último mes del año, cuando el sol aparece en el punto más al sur del firmamento. En el hemisferio sur es exactamente al revés.
Los pueblos antiguos, dependientes del conocimiento lo más exacto posible de los ciclos agrícolas, marcaban este primer día de invierno con celebraciones y ceremonias más o menos elaboradas.
Espiritualmente, los ritos simbolizan la oportunidad de renovarse, dejar atrás los malos hábitos y los sentimientos negativos, y son una oportunidad de fomentar la esperanza mientras los días vuelven a alargarse. La mayoría tiene que ver con la fertilidad o cuestiones religiosas.
Este año, el día más largo del año y el comienzo del verano será, como decíamos al inicio, el 21 de diciembre.
Aunque es una convención que esto es siempre así, la astronomía indica que la fecha y hora exactas del cambio de estaciones varían año a año.
Como es lógico suponer, mientras acá en el hemisferio sur celebraremos mañana el inicio del verano con el día más largo, del otro lado (hemisferio norte) se celebra el inicio del invierno con el día más corto.