Noticias.- El pasado miércoles 18 de enero, 120 toneladas de aguacates fueron rechazadas en la frontera norteamericana. Los productores jalicienses habían enviado al país vecino 4 camiones repletos del producto mexicano, cuya entrada había sido autorizada ocho meses antes por el Departamento de Agricultura del país estadounidense.
Héctor Padilla —titular de la Secretaría de Desarrollo Rural— señaló después del incidente que entre los agricultores locales “hay molestia y enojo”, pues se habían cumplido con todos los requisitos solicitados para permitir la entrada del fruto a la nación americana.
¿Estará cumpliendo sus amenazas Trump?
Hasta ahora se desconoce el origen para el “rechazo”; no obstante, Padilla señaló que se podría tratar de las primeras muestras de la política proteccionista que el presidente Trump prometió en campaña. Aunque el diario El Informador afirma que la razón fue porque el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y las autoridades de Estados Unidos no formalizaron la firma de un plan de trabajo, según explicó Ignacio Gómez, presidente de la Asociación de Productores Exportaciones de Aguacate de Jalisco (Apeajal).
“Hoy estamos cumpliendo la meta de enviar aguacate a Estados Unidos, gracias a la unidad y al trabajo de todos. Hay muchos productores presentes cuyos padres y abuelos hicieron un gran esfuerzo para que esto sucediera”, decía orgulloso la semana pasada Javier Guízar Macías, delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.
El acuerdo con la administración Obama se esperaba en los tres municipios (Gómez Farías, Zapotlán el Grande y Concepción de Buenos Aires) donde se iban a cultivar los aguacates, puesto que beneficiaría a la economía local.
Y se supuso que el cambio de gobierno no afectaría a la industria agrícola. Como señaló Padilla, que la dependencia alimentaria que tiene EE. UU. de México alcanza un 20 %, una cifra demasiado alta como para rechazar los vegetales mexicanos de la noche a la mañana.
En el puente Reynosa-McAllen, que une a los dos países por encima del Río Grande, iba a acontecer un acto conmemorativo. La firma de un plan de trabajo entre los dos estados, lejos de ser una pura formalidad, tenía que hacerse en ese momento para que la exportación de aguacates se hiciese efectiva.
Pero tal firma nunca tuvo lugar, por lo que puede parecer una mala sincronización o un paso adelante de la nueva política alimentaria de Donald Trump, que ayer retiraba a EE. UU. de los acuerdos comerciales de la Asociación Transpacífica (TPP). Padilla explicó que los transportistas emprendieron el viaje varias horas antes del evento y de la firma necesaria y, a falta de ella, se les cerró el paso.
Por último, decidieron enviar ese cargamento a Canadá, que ya es un habitual cliente de México y compró los aguacates con mucho gusto.
“Tomamos la decisión de redireccionar los embarques a Canadá, un mercado al que exportamos mucho. No hay mucho problema en enviar una carga más para allá”, dijo el líder de los productores en Jalisco.
De cualquier forma, el incidente ha despertado las alarmas de todo el mundo sobre si el nuevo presidente de Estados Unidos ya comenzó a cumplir sus promesas de campaña.
VoxBox.-