The Founder, como biopic, es muy especial en cuanto a su tonalidad cómica y a la vez dramática: obviamente es una versión muy “ligera” de la vida de una muy polémica figura del mundo de los negocios.
Opinión.- Hacer una biopic no es fácil, ya que es un género complejo que depende de muchas opiniones y percepciones distintas de la audiencia. Existen factores de riesgo a la hora intentar recrear aspectos en la vida de una persona real e igualmente importantes decisiones creativas, que ponen en juego la capacidad de la audiencia para entender lo que pueda ser verosímil dentro del relato. A nivel personal solo tengo una cuestión por la que valoro estos filmes y son propiamente sus cualidades cinematográficas: no las veo como una forma de rendir homenaje y mucho menos contar de “la historia real”, pues para esos fines existen otros medios.
Creo que es la razón por la que The Founder, como biopic, es muy especial en cuanto a su tonalidad cómica y a la vez dramática; es decir, obviamente es una versión muy “ligera” de algunos aspectos de la vida de una muy polémica figura del mundo de los negocios, RayCroc, que contrariamente a lo que se pueda pensar por el título del filme este no es el verdadero fundador de la famosa cadena de comida rápida McDonald’s, sino quien puso los cimientos del imperio en el que este finalmente se convirtió.
Aun cuando digo que es ligera, no quiero decir que glorifica o romantiza su existencia, sino más bien nos sumerge a un viaje introspectivo de las decisiones más importantes que este tomó como empresario y lo llevaron a la cima, si bien algunas veces mostrándonos sus “ojos soñadores” y llenos de pasión por el “sueño americano”, a medida que avanza la situación comenzamos a cuestionar poco a poco su verdadera naturaleza. Aquí es cuando la película realmente se torna interesante, pues nos damos cuenta que no estamos siguiendo los pasos de nuestro convencional protagonista perdedor promedio, sino que hemos estado del lado de un lobo disfrazado de oveja todo este tiempo.
Te termine gustando o no RayCroc como persona, es indiscutible lo increíblemente fascinante la forma en que el director John Lee Hancock nos presenta su visión para los negocios, e incluso la forma entretenida en que presenta a las personas e historias que explican el funcionamiento que dio pie a la forma de trabajar de la gran mayoría de los actuales locales de comida rápida.
Sobra decir lo increíble que se encuentra Michael Keaton en su interpretación. Desde Birdman no ha hecho más que enfatizar y hacer honor a su posición como uno de los mejores actores con los que trabajar en la actualidad para papeles como estos llenos de una contagiosa convicción e incontrolable sed de motivaciones egoístas pero humanas como el poder económico, la fama e incluso una interpretación personal de la justicia.
Aun cuando este proyecto como película independiente no superara en las salas o con premios el nivel de reconocimiento que verdaderamente merecía, quizás ahora pueda ganar un nuevo estatus de popularidad con su masificación global en plataformas streaming como Netflix, y quizás sea el lugar que le corresponde en la actualidad, donde gracias a su continua recomendación podrá seguir expandiendo su “legado”.
Una memorable película que, si bien no goza de la calidad de una “obra maestra”, tiene la suficiente dosis de genialidad para inspirar a otros e incluso sentar la pauta de un nuevo subgénero de biopics desde el punto de vista del “malo” del cuento, aunque… todo puede ser relativo en los negocios, esa es la esencia de la realidad que no escapa en la ficción.
https://www.youtube.com/watch?v=u0L3KSRO7T8