BoJack Horseman siempre ha tenido sus “arcos principales” escondidos en cada una de sus temporadas, un cierto aire temático que se distingue por los cambios en la intro.
Opinión.- Una de las razones que hacen de BoJack Horseman una serie tan cautivadora es el hecho de que tenga ese compromiso de respetar cada uno de los hilos narrativos de sus respectivos personajes, darse el tiempo de explorar cada una de sus vidas de forma individual y dar justificaciones concretas para sus acciones, junto con el rumbo estos que toman, aun si están separados de la vida del protagonista.
Incluso sin querer considerar esta la mejor temporada, viendo todos sus episodios de manera global, conserva aquellos elementos propios de la serie que ha conservado desde sus inicios; en particular, aquel humor absurdo y tan marcado en lo satírico-social, pero al mismo tiempo existen nuevos elementos adicionales que la hacen distinguible de muchos episodios previos.
En primer lugar, la serie siempre ha tenido sus “arcos principales” escondidos en cada una de sus temporadas, un cierto aire temático que se distingue por los cambios en la intro y distinguen cada una de las aventuras que ha vivido BoJack desde que lo vimos al inicio de la serie, como el proceso de descubrimiento por el que pasó cuando Diane comenzó su biografía, el rol más importante de su carrera al interpretar al ídolo de su infancia y una nueva crisis existencial tras el estreno de su película.
Pero esta temporada, al retomar desde el momento exacto en que terminó la anterior, no le queda de otra que lidiar con un Bojack completamente solo, prácticamente aislado del mundo tras casi haber arruinado por completo todas las relaciones con sus amigos cercanos, casi al borde de la autodestrucción, aun cuestionando su lugar en el mundo y sumiéndose en su propia infelicidad tras la muerte de Sarah Lynn.
Este aspecto se mantiene casi vigente a lo largo de toda la temporada, donde vemos cómo el protagonista se ve obligado a intercambiar a los miembros de su círculo cercano de amigos por el de su familia biológica. Cada vez vemos más y más episodios enfocados individualmente a retratar la vida de los otros secundarios que hacen vida en la serie, cada uno tiene su propio viaje que no necesariamente está ligado de forma inherente a la vida de BoJack, algo bastante innovador, porque finalmente hemos llegado al punto en que nos hemos acostumbrado a sus vidas de la manera en que ellos la ven, o mejor dicho: lo que antes se escapaba de la superficie.
Hollyhock y el oscuro pasado
Sin embargo, aun cuando cada uno de estos episodios son entretenidos, enternecedores y hasta amargos por sus propios méritos, el mayor foco de atención y expectativa a lo largo de toda la temporada ha sido el de revelar el oscuro pasado del clan familiar materno de BoJack, que de una u otra forma no son más que pistas dejadas a lo largo de toda la serie y una anticipación para descifrar la misteriosa identidad de la madre de esta ahora supuesta hija biológica de BoJack, Hollyhock.
Aunque considero que la adición de Hollyhock no termina de cuajar del todo, se entiende cómo su relación con BoJack termina siendo necesaria. Vemos cómo su existencia se convierte en un nuevo motor que levanta un vez más del suelo a nuestro protagonista, lo obliga a reencontrarse con el pasado, con el fin de convertirse en una mejor persona, y le da nuevas razones para vivir, aunque al principio existe una ambigüedad en su dinámica, y esta termina por ser justificada tras la revelación final de su origen.
La revelación de Beatrice
Pero sin duda el mayor interés durante toda la temporada fue Beatrice, la madre de Bojack que habíamos visto previamente en flashbacks, y ahora se ha decidido a aventurar ahondando en su pasado con mayor profundidad. Aunque eso no la convierte en una mejor persona, la convierte en un personaje más complejo, víctima también de los errores de generaciones pasadas. Estos episodios donde el pasado y el presente se reencuentran resultan ser hasta ahora algunos de los mejores de toda la serie (el segundo y onceavo respectivamente), junto con algunas de sus imágenes más perturbadoras.
En fin, a veces cuesta creer cómo una serie de animación resulte ser tan deprimente y al mismo tiempo sea capaz de abordar tramas con temas tan complejos así como atrapantes. Es una serie que definitivamente hasta el momento no ha decaído en cuanto calidad, y aunque todavía no existe una visualización concreta de cierre, no extrañaría que poco a poco este podría estar comenzando a gestarse. De cualquier forma aquí estaremos esperándolo impacientemente para seguir las aventuras de nuestra estrella de televisión y equino antropomórfico favorito.