Detalles.- El escritor, novelista, ensayista, filósofo y experto en Semiótica, Umberto Eco nació el 5 de enero de 1932, en Alessandria, Italia.
Hoy vamos a hablar un poco sobre él, porque su producción literaria es fundamental para comprender muchas cosas de nuestros tiempos.
Origen: el regalo de los cielos
Fue uno de los 13 hijos de Guilio Eco, contador antes de ser llamado a servicio durante la Segunda Guerra Mundial, durante la cual Umberto y su madre Giovana se trasladaron a un pequeño pueblo al norte de Italia.
Se presume que el apellido Eco es acrónimo de “ex caelis oblatus”, que en latín significa “un regalo de los cielos”, que le fue dado a su abuelo (expósito) por un funcionario de la ciudad.
Vida académica y obra
Pese al deseo de su padre de que fuera abogado, ingresó a la Universidad de Turín donde estudió Filosofía y Literatura medieval. Obtuvo su doctorado con la tesis El problema estético de Santo Tomás, pese a que durante sus estudios dejó de creer en Dios y se alejó de la Iglesia católica.
Entre 1962 y 1965 se convirtió en profesor agregado de Estética, primero en su casa de estudios y luego en las universidades de Milán y Florencia.
Era el años de 1968 cuando publicó su primera obra del campo de la Semiótica: La estructura ausente, que después derivó en su obra más completa en la materia Tratado de semiótica general (1975). Ese mismo año comenzó a ocupar el cargo como profesor de Semiótica en la Universidad de Bolonia.
Años más tarde, en 1980, escribiría la novela «policíaca» El nombre de la rosa, en la que desarrolla una historia detectivesca en un monasterio en el año de 1327, que le daría fama mundial y que posteriormente sería llevada a la pantalla grande por el director Jean-Jacques Annaud.
Las variantes semióticas
Su producción literaria manifiesta dos vertientes: la primera de ellas tiende al concepto filosófico de situar toda manifestación artística y cultural en su ámbito histórico. La segunda plantea la necesidad de establecer un método de análisis único, basado en la teoría de la Semiótica, con el objetivo de interpretar cualquier fenómeno cultural como un acto de comunicación regido por códigos y, por lo tanto, al margen de cualquier interpretación idealista o metafísica. Sencillo.
De hecho, el Tratado de semiótica general es uno de sus textos dedicados a dicha teoría. En esta obra, Eco elaboró una teoría a partir de códigos y una tipología de los modos de producción sígnica.
Se enfrentó a la concepción ontológica de la estructura de los fenómenos naturales y culturales establecidos por el estructuralismo, a partir de un texto que denominó La estructura ausente.
El escrito se complementó con Lector in fabula, en el que afirma que la compresión y el análisis de un texto dependen de la interpretación del autor y el lector.
En 1988 escribió su obra El péndulo de Foucault, que narra las conspiraciones de una sociedad secreta de sabios. A pesar de que el relato fue traducido a varios idiomas y vendido en todo el mundo, este no gozó del favor de los críticos ni de los lectores.
Umberto Eco y los logros
Fue nombrado presidente de la Escuela Superior de Estudios Humanísticos de Bolonia en 1999, y tres años después recibió el puesto de presidente del Consejo Científico del Instituto Italiano de Estudios Humanísticos.
Fue profesor visitante en la Universidad de Nueva York, Northwestern, Columbia y Harvard, en Estados Unidos, y en la Universidad de Oxford, en Inglaterra, así como en París, Toronto, Sao Paulo, Río de Janeiro, La Plata y Buenos Aires.
Umberto Eco fue Doctor Honoris Causa por 25 universidades de todo el mundo, como la Complutense en 1990, la de Tel Aviv en 1994 y la de Atennas en 1995, entre otras.
Entre los numerosos premios y condecoraciones que recibió se cuentan ser Caballero de La Legión de Honor de Francia, el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (2000) y la Medalla de Oro al Mérito de la cultura y el arte (1997).
Muerte
Eco murió el 19 de febrero de 2016 durante la noche, en su casa de Milán, aquejado desde varios años antes de cáncer.
Sus restos fueron despedidos con un homenaje, a pedido de sus familiares, en medio de un rito civil en el Castello Sforzesco, en el cual se exhibió su féretro.
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