Desde el mismo Vaticano aclaran que ellos reconocen como cierta la teoría de la evolución de las especies y no el creacionismo, una corriente que utiliza la Biblia de forma literal para explicar la historia de la humanidad.
Detalles.- La teoría de la evolución en realidad es un hecho científico, no una teoría. Se trata de la explicación comprobada de nuestros orígenes y la forma en que nosotros y toda la vida del planeta fue desarrollándose. El motivo de este desarrollo son los cambios que el planeta sufre a través del tiempo.
Pese a que la evolución es innegable, aún hay quienes la cuestionan mediante argumentos erróneos y supersticiones de antaño.
Por eso, te contamos cinco de los mitos más comunes y la razón por la cual simplemente no son válidos.
Se trata solo de una teoría sin pruebas
Como decíamos, es un error llamarla “teoría de la evolución”. Desde hace un buen tiempo, los postulados de Charles Darwin están 100 % comprobados mediante el método científico. Es decir, que la evolución de las especies es un hecho científico, no una teoría.
¿Negarías que si una manzana se desprende de un árbol caería hacia abajo? A la descripción del funcionamiento de la gravedad también se le llamó teoría durante mucho tiempo por la forma en que fue expuesta en sus inicios, pero sus postulados ya son leyes dentro de la ciencia.
Los humanos ya no siguen evolucionando
Un gran absurdo. Toda especie, ya sea vegetal o animal, necesita estar evolucionando constantemente para adaptarse a las condiciones del medio y sobrevivir. Esta evolución sigue dándose en los humanos.
Una prueba de ello son los llamados órganos vestigiales, una herencia evolutiva que irá desapareciendo a medida que avancen las generaciones, las que también tendrán rastros de una evolución más cercana que quizá estamos viviendo ahora mismo.
Si las especies mutaran, se autodestruirían
Existe la errónea idea de que toda mutación es mala, ya que hay muchas enfermedades provocadas por mutaciones, pero toda especie está mutando de forma constante, casi sin darse cuenta, para adaptarse al medio.
El mismo cuerpo humano muta durante su vida, produciéndose incluso cambios en su ADN que son positivos. Mutar es una forma de adaptarse, no hay razón para relacionarlo solo con destrucción.
No es posible que los humanos desciendan de los monos
Se habla mucho del parentesco de los humanos con los primates y que seríamos formas de estos que evolucionaron, pero este es solo un argumento simplificado, ya que si bien estamos emparentados, no descendemos de ellos y de ninguna manera eso influye en la validez de la evolución de las especies.
Humanos, primates y muchas otras especies animales tienen antepasados en común, algunos son más antiguos y por ende se comparten menos similitudes, mientras que otros son más recientes, por lo que hay más coincidencias de ADN, pero de ninguna forma descendemos de los monos o de ningún otro animal que exista actualmente.
La evolución de las especies no es compatible con la Biblia
La Biblia no es para interpretarse de forma literal. Hay que entenderlo como una serie de metáforas que narran una historia (sin línea temporal clara). La evolución de las especies y la Biblia no son incompatibles.
Desde el mismo Vaticano aclaran que ellos reconocen como cierta la evolución de las especies y no el creacionismo. Consideran a este último como una corriente que utiliza la Biblia de forma literal para explicar la historia de la humanidad.
La clave, como en todo, está en no dejarse llevar por los dogmas y siempre investigar.
VoxBox.-