Su creador promete orgasmos más intensos, aumento de lubricación e incluso mejoras con respecto a problemas como la incontinencia urinaria o el coito doloroso.
Detalles.- Hace unos años, un doctor de Alabama inventó una vacuna milagrosa para mejorar los orgasmos femeninos. No cura enfermedades ni combate virus mortales, pero gracias a ella miles de mujeres han experimentado más placer.
El doctor Charles Runels la llamó O-shot, la Inyección del Orgasmo, y la primera mujer de la Tierra en probarla fue la propia pareja del médico. El día de San Valentín, Runels le pidió que se subiera la falda en su consulta y tras pasarle un hielo por el clítoris a modo de anestesia le inyectó la vacuna mágica.
“Al día siguiente vino a verme y sus orgasmos llegaron más rápido, eran muy fuertes, orgasmos eyaculatorios”, relató el propio médico a The Guardian. “Fue entonces cuando pensé: ‘Debería probarlo en mi pacientes’”. Tras el registro oficial en 2011, Runels comenzó a dispersar felicidad primero de forma local y ahora a nivel internacional.
El O-shot consta de dos fases. Primero se extrae sangre del brazo de la mujer, y tras un centrifugado que aumenta la calidad del plasma rico en plaquetas, se inyecta en áreas específicas de la vagina y el clítoris.
¿El resultado? De acuerdo con su inventor, orgasmos más intensos, más frecuentes, una mayor excitación y aumento de la lubricación natural. En definitiva, una mejora brutal durante cerca de un año de la calidad de los encuentros sexuales de la paciente.
Al día de hoy, más de 20,000 mujeres se han sometido al procedimiento, con una estimada tasa de éxito del 85 %.
A 2,000 de esas mujeres las ha vacunado el doctor Sharif Wakil en su clínica londinense. El médico explica a The Independent que la inyección cuesta unos EUR 1,170 y en algunos casos las pacientes necesitan someterse a más de una.
“Los resultados en general de la inyección o inyecciones varían. Siempre les explico a mis pacientes que depende del punto de partida en el que nos encontremos, por ejemplo su edad o si tiene problemas médicos u hormonales”, afirma.
Entre los efectos positivos que identifican las pacientes se encuentra el del aumento de la sensación en la zona, una mayor estimulación del clítoris o la capacidad de tener un orgasmo vaginal entre mujeres que anteriormente nunca lo habían conseguido con la simple penetración. También se ha registrado una mayor lubricación, un rejuvenecimiento de la piel de la vulva e incluso mejoras con respecto a la incontinencia urinaria.
Wakil asegura que a su consulta han llegado también mujeres que sufrían trastornos de la excitación femenina o que vivían con el suplicio de experimentar coitos dolorosos en cada uno de sus encuentros. En la mayor parte de esos casos, el O-shot habría ayudado. Además, de acuerdo con Wakil, ninguna de sus pacientes ha experimentado efectos secundarios negativos.
Según el médico, la inyección sirve también para combatir el continuo estigma que existe alrededor de la sexualidad y el placer femenino, que en numerosos casos limita a las mujeres a la hora de buscar ayuda para resolver problemas. “Haciendo caso omiso de la disfunción sexual femenina, con los efectos negativos que podría tener en la vida de una mujer, la familia o el trabajo es, por ejemplo, una forma de maltrato a la mujer”, sostiene el médico.
Sin embargo, la comunidad científica y médica sigue cuestionando la verdadera eficacia de la inyección a la que acusan de ser simple placebo. Aunque hay 500 médicos por todo el mundo certificados que pueden realizar el tratamiento, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) ha aprobado los beneficios de la inyección de plasma en algunos casos, pero no ha dicho nada sobre la eficacia de las inyecciones vaginales de ese mismo plasma. Algunos médicos insisten en que sus supuestos beneficios no son más que el resultado de un efecto placebo.
VoxBox.-