Pero más allá de las críticas y los halagos, Madre Teresa de Calcuta se ha convertido en un símbolo de benevolencia para el mundo.
Detalles.- «Que nos ayude a entender que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de cualquier ideología (…) y ofrecido a todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión». De esta forma y ante unos 100,000 fieles, el papa Francisco proclamó hace un año como Santa a la Madre Teresa de Calcuta, símbolo de la defensa incansable de los pobres.
El público celebró la proclamación con un gran aplauso antes de que se llevara al altar, donde prosiguió la ceremonia, una reliquia con unas gotas de sangre de la santa contenida en un relicario tallado en madera con forma de cruz.
La religiosa, premio Nobel de la Paz, murió en 1997, hace 20 años, a los 87 años de edad. En 1950, fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad, que actualmente tiene más de 3,000 monjas en todo el mundo.
Levantó hospicios, comedores, escuelas, albergues para leprosos y hogares para niños abandonados y fue llamada la Santa de las Alcantarillas por su trabajo en los barrios más pobres de la ciudad.
Pero no todo ha sido aplausos para la Madre Teresa de Calcuta
Uno de los más fervientes detractores de la ahora santa fue el escritor inglés Christopher Hitchens, quien describió a la Madre Teresa de Calcuta como una «fundamentalista religiosa, activista política, sermoneadora a la antigua y cómplice de los poderes seculares de este mundo».
En su muy comentado panfleto sobre la vida de la Madre Teresa de 1995, «La posición de la misionera», Hitchens critica el «culto al sufrimiento» de la monja, de quien asegura que pintó su ciudad adoptiva como «un agujero infernal» y que se relacionó con dictadores.
Hitchens también presentó El Ángel del Infierno (Hell’s Angel), un documental de tono escéptico sobre la religiosa en 1994.
Pero Hitchens no ha sido el único. En 2003, el médico residente en Londres, Aroup Chatterjee, publicó una durísima crítica a la monja tras haber realizado cerca de 100 entrevistas con personas relacionadas con su congregación: atacó lo que calificó de una falta de higiene horrible —reutilización de agujas hipodérmicas, por ejemplo— y el caótico mantenimiento de las instalaciones de sus centros, entre otras cosas.
Tariq Ali, también realizador del documental «El Ángel del Infierno» aseguró que «la mayor parte de las canonizaciones son ridículas, pero esta además es estúpida».
«Espero que por lo menos el papa vea ‘Hell’s Angel’, aunque sea en secreto en YouTube. Eso podría abrirle los ojos» zanjó Ali.
Pero más allá de las críticas y los halagos —incluso más allá de que la declarasen santa— lo cierto es que Madre Teresa de Calcuta se ha convertido en un símbolo de benevolencia para el mundo entero; un ángel, dirían muchas personas.
Si del infierno o no, al mundo no parece importarle mucho.
¿Y tú qué opinas?