Detalles.- El gigante informático Google (compañía fundada el 4 de septiembre de 1998) ha despejado todas las dudas ante esta esperada presentación llevada a cabo en San Francisco en la que ha puesto en escena su nueva gama de productos para 2016 y 2017 con algunas sorpresas en forma de gadget: Google Pixel y Google Pixel XL
Se presentan como un directo competidor del iPhone. Los nuevos smartphones Pixel y Pixel XL, estarán disponibles en color negro y plateado (y en EE.UU. se lanzará una versión limitada en color azul eléctrico). Una de las características que más llamará la atención del público es su cámara trasera de 12 megapíxeles. Decimos adiós a Nexus y saludamos a Pixel.
Entonces, ¿por qué fracaso?
El Pixel tiene el mismo precio que el iPhone, pero no es realmente el iPhone con quien compite. Básicamente no ofrece nada, absolutamente nada, que no haya en otros smartphones en el mercado.
Y es bastante lógico que sea así: Google necesita que su asistente, Google Photos y el resto de singularidades estén disponibles en tantos smartphones como sea posible —tanto iOS como Android—. Esto significa que cualquier smartphone puede competir con el Pixel en cuanto a software se refiere.
El otro problema son sus especificaciones. Google no tiene sus propios chips, la cámara es la misma que la del HTC 10 —el Pixel es básicamente un HTC 10.5—, y no hay nada que el smartphone destaque. Y para los que destaca, es por un diseño un tanto llamativo. El Pixel llega al mercado muerto, y lo hace porque Android es tan exitoso, tan maduro y tan completo que no necesita de Pixeles ni de Nexuses para triunfar. Dicho de otra forma, cuanto más fuerte es Android, más débil en el mercado serán los smartphones que haga Google. Y hoy en día Android es muy fuerte.
Así que sí, no le deseamos el mal al nuevo dispositivo de Google, pero todo hace pensar que será un monumental fracaso.
VoxBox.-