Malcolm Little nació el 19 de mayo de 1925. Con los años, este niño afroamericano destinado a una historia de dolor, violencia, crimen y muerte dio paso al hombre que hoy recordamos, Malcolm X.
Opinión.- Ayer, leyendo la cuenta de tuiter de un hombre al que admiro, encontré una frase que se aplica muy bien a Malcolm X: “Nadie es 100 % bueno, nadie es 100 % malo…”. Para comprender lo que la historia le tenía deparado a este luchador es preciso conocer su historia personal, que no es distinta a la de otros que pensamos que hay temas con los que debemos comprometernos hasta con la vida.
Malcolm X fue un defensor de los derechos de los afroamericanos. Acusó con dureza a los estadounidenses blancos de sus crímenes contra sus compatriotas negros. En cambio, sus detractores lo acusaron de predicar el racismo y la violencia. Ha sido descrito como uno de los más influyentes afroamericanos en la historia estadounidense.
La vida lo forjó desde el asesinato de su padre. Cuando él apenas era un niño de 6 años, su padre fue asesinado por su labor en defensa de los derechos de los trabajadores y su madre ingresó en un hospital psiquiátrico a causa de la locura que le produjo el hecho de que le quitaron la custodia de sus hijos.
Después de vivir en una serie de casas de acogida, en 1942 Malcolm se instaló en Nueva York y se convirtió en un criminal callejero (traficante de drogas, proxeneta, ladrón.). Condenado a siete años de cárcel en 1946, abandonó su adicción a las drogas, estudió por correspondencia y tomó contacto con la Nación del Islam (NOI), movimiento religioso musulmán liderado por Elijah Muhammad.
Pasó así del crimen y la marginalidad a la que le habían condenado las circunstancias, a un eficaz activismo político en defensa de una minoría racial maltratada. Al salir de la cárcel en 1952 se adhirió a la Nación del Islam y cambió su apellido por la “X”, que simbolizaba el apellido africano original que los negros americanos habían perdido. Su labor de propaganda extendió la influencia de Nación del Islam en Detroit, Boston y Filadelfia, fundó el periódico Muhammad Speaks y llegó a ser el responsable de Nación del Islam en Nueva York.
Durante casi doce años fue la cara pública de la Nación del Islam, pero las tensiones entre él y Muhammad llevaron a su salida de la organización en marzo de 1964. No era raro: Malcolm X siempre fue un hombre que era amado u odiado, pero no habían medias tintas. Fue gran amigo de Muhammed Ali, a quien guió hacia el Islam.
Tras abandonar la Nación del Islam, Malcolm X hizo la peregrinación a La Meca y se convirtió al sunismo. Viajó extensamente por toda África, Oriente Medio e incluso visitó la Unión Soviética. Esos viajes le cambiaron la visión que tenía del mundo y de la lucha por las libertades civiles. Fundó la Muslim Mosque, Inc. una organización islámica, y la secular Organización de la Unidad Afroamericana. Menos de un año después de abandonar la Nación del Islam, Malcolm X fue asesinado antes de dar un discurso en Nueva York .
En 1992, Spike Lee, director afroamericano, nos mostró su visión de la vida de Malcolm X. Denzel Washington encarnó al líder musulmán y en mi opinión de amateur cinéfila es uno de sus mejores papeles.
VoxBox.-