Siempre he creído que toda persona que se precie de llamarse feminista o de izquierdas debe conocer a Rosa Luxemburgo.
Opinión.- Rosa Luxemburgo nació el 5 de marzo de 1871 y durante los terribles años antes de las guerras mundiales, esta mujer estuvo a la vanguardia de la política, criticando a la izquierda como se debe: con la pasión de mejorar cada vez una vía alternativa de gobierno, para que esta no sea lo que se ha querido combatir. Por eso la mataron.
En general, no importando de qué lado de la política estemos, una mujer que sea capaz de criticar y sostener con fundamentos una opinión propia siempre ha sido y seguirá siendo, por el resto de la historia, una incomodidad y Rosa era así, una mujer acostumbrada a no callar su voz. Estudió en la Universidad de Zurich filosofía, historia, política, economía y matemáticas de forma simultánea y desde muy joven expresó sus opiniones sobre los problemas económicos y sociales en varios artículos en periódicos de toda Europa.
Cuando la Primera Guerra Mundial fue inminente, apeló a que se desobedeciera a la orden de reclutamiento, fue acusada de «incitar a la desobediencia contra la ley y el orden de las autoridades» y por ello también sufrió encarcelamiento en varias ocasiones.
La vida de Rosa transcurrió en una constante lucha para que los nacientes partidos o movimientos de izquierda fueran cada vez más justos y apegados a la ideología. Trató de alguna manera de depurar la maldad dentro de la política y eso molestó mucho. Fue asesinada el 15 de enero de 1919, aquella noche fue sacada de su casa, pensando que iba de nuevo a la cárcel por un tiempo, tomó una valija y varios libros, preparándose para un nuevo período en cautiverio, aquella misma noche fue asesinada de un golpe en la cabeza y luego lanzada a un río, su cadáver fue encontrado tres meses después.
Rosa Luxemburgo no solo creía que toda mujer podía aspirar a los mismos derechos y deberes que los hombres, sino que además creyó y luchó porque todas las personas, no importando su origen, podamos ser sujetos de derecho y socialmente equitativos. Siempre luchó por algo que creyó: «Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres».