Green Book. VoxBox.Green Book. VoxBox.

Cine.- Aragorn II maneja sobre las suaves carreteras del sur de Estados Unidos. Es 1962 y la imagen de un hombre blanco manejando un carro no tendría nada de extraordinario, de no ser por el detalle de que este hombre es en realidad el chofer de Cornell Cottonmouth Stokes, un hombre culto, músico virtuoso, elegante, distinguido y negro. En 1962 este último detalle es de vital importancia, a pesar de que la segregación racial fue ilegalizada ocho años antes.

Esta escena, tomada al azar de cualquier parte de Green Book, nos daría para imaginar una gama infinita de posibilidades narrativas: contar una historia ácida, cruda, dolorosa, graciosa de una forma retorcida, pero sobre todo incómoda. Después de todo estamos viviendo en la época donde los Bolsonaros y los Trumps ganan presidencias, donde el odio irracional de las minorías numéricas contra las minorías políticas se ha institucionalizado.

Una película, sobre todo una hollywoodense, siempre se antoja como una inmejorable oportunidad para decir esas cosas que importan y señalar todas esas otras que siguen generando divisiones estúpidas.

Pero Peter Farrelly se fue por el camino más sencillo: básicamente nos contó una comedia romántica, predecible, complaciente, bonita, fluida, pero poco efectiva como herramienta de denuncia o como potencial registro histórico de una época fea.

Peter, junto a su hermano Bobby, sabe cómo entretener y cómo realizar road trips movies, eso queda claro cuando vemos sus trabajos en Dumb and Dumber o en Me, Myself & Irene. Pero también  con Green Book queda claro que los melodramas no se le dan bien. Los escasos momentos dramáticos de esta cinta no logran calar lo más mínimo, ni despertar las empatías necesarias para conectar. Eso sin mencionar las soluciones facilonas que nos propone ante cada aparente adversidad.

Ahora bien, ¿es obligación de las películas ser siempre acuciosas, siempre denunciar o siempre incomodarnos? Tal vez ese sea un tema interesante para discutir en otro momento, pero he leído críticas que la consideran malas por no expiar apropiadamente lo que hicieron los sajones con diez millones de esclavos, y eso me parece una exageración que no viene al caso.

Decir que Farrelly pecó de insulso me parece más apropiado, sobre todo porque no supo explotar todo el poderío actoral de un tipo como Viggo Mortensen. Aunque Mahershala Ali estuvo bien, hay que decirlo.

Green Book es una buena película dominguera, funciona para pasar un rato agradable, para alcanzar ese estado de satisfacción en donde, sin importar lo jodidas que se pongan las cosas, sabemos que todo va a terminar bien, un concepto que Hollywood y Disney han perfeccionado. No creo que sea una película que haya que odiar, precisamente porque es inocua.

Breve comentario sobre el Oscar

No creo que Green Book se mereciera ese Oscar, ni siquiera el mismísimo hijo de Arathorn, heredero de Isildur, Señor de los Dunedain, heredero del trono de Gondor, apodado Trancos, Capitán de los Montaraces del Norte, justifica ese premio.

Y aunque no venga a cuenta con lo acá expuesto, creo que el discurso de Olivia Colman al recibir el premio a mejor actriz sí merecía un Oscar.

https://www.youtube.com/watch?v=hy8z_Tq_VHo

VoxBox.-

Por Ricardo Corea

A los locos no nos quedan las biografías, diría Roque Dalton. A veces escribo sobre literatura.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.