Después de veinte años al mando, el empresario mexicano Emilio Azcárraga Jean dejará de ser presidente ejecutivo de Televisa.
Detalles.- La televisión está sufriendo en primera fila los embates de las nuevas tecnologías, de los nuevos paradigmas de consumo mediático. Eso lo veíamos venir desde hace un par de años, pero parece que ese golpe ha comenzado a dejar sus secuelas.
Este día, por ejemplo, diversos medios han reportado que, después de veinte años al mando, el empresario mexicano Emilio Azcárraga Jean dejará de ser presidente ejecutivo de Televisa. Sí, ese gigantesco emporio de telecomunicaciones mexicano, la mayor productora de contenidos en español del mundo.
Azcárraga Jean dirigió la empresa desde 1997, luego de que Emilio “El Tigre” Azcárraga, su padre y fundador de la empresa, falleciera. Azcárraga Jean dejará el cargo a partir del 1 de enero. Según el comunicado, eso permitirá que Azcárraga pueda enfocarse “en la estrategia de largo plazo de la compañía”. Su salida marca el fin de una era para Televisa, considerando que hasta ahora había sido una empresa familiar.
Pero todos sabemos lo que sucede: hay una profunda crisis.
Una profunda crisis
Los ingresos por ventas cayeron 1,5 por ciento para el segundo trimestre de 2017. Las audiencias han disminuido para sus programas estelares, como las telenovelas que han llegado a transmitirse en diversas regiones de América Latina y también en Estados Unidos.
No es por gusto que el primero en reportar la salida de Azcárraga Jean haya sido el mismísimo The Wall Street Journal.
Televisa pasa por un proceso de reconfiguración debido a que ahora no solo compite con otros canales televisivos sino con sistemas de transmisión por internet como Netflix, que ya ha hecho varias producciones pensadas para el mercado mexicano.
La división de contenidos de Televisa, que antes era de las principales, ahora solo produce un tercio de las ventas totales de la empresa, en comparación de los casi dos tercios de hace una década.
Televisa ha intentado competir directamente con Netflix por medio de Blim, su plataforma de emisión en línea, que ya ha logrado acaparar el 17,5 por ciento del mercado mexicano.
Sin embargo, Netflix tiene el 70 por ciento del mercado de OTT, over the top o video en línea.
Televisa ha intentado depender menos de las ventas de publicidad por contenido al diversificarse con los sistemas de cable y televisión satelital, como Sky o Izzi. Según el reporte de The Wall Street Journal, el 54 por ciento de los ingresos del año pasado, que ascendieron a unos 5000 millones de dólares, fueron gracias a este segmento.
¿Será posible que salga de ese agujero?
Por un lado, tenemos la intuición que una empresa tan poderosa seguramente encontrará cómo salir a flote, cómo mantenerse. Por otro, sabemos que el mercado ha cambiado muchísimo y las cosas seguirán con ese impredecible pero decidido rumbo: cada vez más gente prefiere Internet.
Pero no podemos no sentirnos aliviados: los grandes medios, que han mantenido el status quo por muchísimos años, por fin están tambaleando. Internet no es perfecto ni ideal, pero puede ser una magnífica herramienta para los cambios sociales.