Akira Toriyama ha confesado que desconoce el motivo del éxito de Dragon Ball y ha dicho: “Lo único que quería era dibujar para traer felicidad a los niños japoneses”.
Detalles.- Akira Toriyama es uno de los hombres más populares del planeta, en especial para quienes crecimos en los noventas.
Por si todavía no te suena —y con el perdón de los verdaderos fans—, Toriyama es el hombre que inventó Dragon Ball y casi todas sus secuencias.
Es considerado el segundo mangaka más influyente en la historia, solo superado por Osamu Tezuka, “el dios del manga”.
Toriyama nació en la década de los cincuenta y se caracteriza por ser un hombre muy reservado, que protege su privacidad. Desde pequeño tuvo predilección por el dibujo, y disfrutaba del manga y del anime. Fue la película animada de “101 dálmatas” de Disney la que despertó al mangaka que hoy conocemos.
Su pasión por el dibujo lo hizo entrar a una escuela de diseño y aunque sus padres no estaban de acuerdo, tras graduarse comenzó a trabajar y no siguió cursos universitarios. Tenía la confianza de conseguir el éxito enseguida. Entró a un estudio de diseño, una gran empresa; sin embargo, no encajó en el lugar debido a la formalidad, por lo que dejó el trabajo. Ya sin un empleo, participó en un concurso de manga y perdió. A pesar de eso no se rindió y envió otro, y otro, y otro manga.
Hacía la década de los setenta empezó a trabajar en la Weekly Shonen Jump de Shueisha, iniciando formalmente su vida como mangaka.
Toriyama ha dejado grabado su nombre en la historia de la cultura pop nipona con Dragon Ball, que ha vendido más de 230 millones de ejemplares en el mundo. No obstante, su obra es mucho más amplia.
Destaca su predilección por los One Shot, y es allí donde podemos encontrar títulos como Tomato, Girl Detective (1979), Pola and Roid, Escape, Pink (1981), entre otros. Aunque sin duda, Dr. Slump, entre 1980 y 1984, es su obra más prominente antes de Gokú y los Saiyajin. De hecho, el manga ha vendido más de 35 millones de copias solo en Japón y recibió el premio a Manga Shonen y Shouji de Shogakukan, en 1981. El manga nos trae a uno de los personajes más queridos del manga, Arale, en una divertida historia llena de aventuras.
A partir de 1984 hasta 1995, Toriyama se dedicó a Dragon Ball (antes salió Dragon Boy), aunque ello no significó que dejara de publicar One Shot, entre los que destaca Mr. Ho (1986) y Go! Go! Ackman (1993).
Akira Toriyama después de Dragon Ball
Si bien Toei Animation intentó hasta el cansancio persuadir a Toriyama para que continúe con Dragon Ball, el mangaka no aceptó continuar con la historia de Gokú. Sin embargo, tuvo participación en el diseño básico de los personajes de Dragon Ball GT, que no colmó las expectativas de los fanáticos de la saga.
Fiel a su estilo, Toriyama ha continuado con los trabajos cortos: Cowa! (1997), Kajika (1998), Neko Majin (1999), Sand Land (2000), entre otros, los cuales han tenido un mediano éxito, si se compara con Dragon Ball. No obstante, destacan las colaboraciones con otros mangakas: Cross Epoch, con Eiichiro Oda (One Piece), y Sachie-chan Good!!, con Masakazu Katsura.
Akira Toriyama y Tori-Bot
El “papá de Gokú” también se ha dedicado al diseño de personajes en videojuegos y su vida nunca ha estado por completo alejada del saiyajin más poderoso del universo. De hecho, Dragon Ball Z: Kami to Kami (“Batalla de los dioses”) tiene como plus la participación activa de Toriyama en su elaboración (que por los comentarios es más cercana al estilo del manga que del anime).
Recientemente Toriyama ha confesado que desconoce el motivo del éxito de Dragon Ball. En la entrevista a Asahi Shinbun, afirmó: “Lo único que quería era dibujar para traer felicidad a los niños japoneses”. Su objetivo es “entretener” y quizá sea por eso, sin aspirar a transmisión de mensajes específicos, que Dragon Ball tuvo la recepción que tuvo.
VoxBox.-
