(SÍ, CONTIENE SPOILERS)
Iron Fist, otro de los Superhéroes de Marvel producidos por Netflix en forma de serie, llegó a nuestra parrilla el 17 de marzo. Y sí, es una decepción.
Opinión.- Iron Fist tenía muchos elementos para volverse, como mínimo, tan buena como el resto de sus hermanas. Pero no, falló. Falló mucho.
No solo en términos de las similitudes con Arrow, que es el producto con el que inevitablemente surge la comparación, sino también en la propia ejecución de su propuesta de acción, ejecución de misterios y cada elemento narrativo que la marca en sus primeros episodios.
Netflix lleva poniendo en el pedestal a varios superhéroes en los últimos años: lo hizo con Daredevil, con Jessica Jones y con Luke Cage. Digamos que Jones y Cage son bastante aceptables. Pero Daredevil sí fue otro nivel, hay que aceptarlo.
Y por eso precisamente, es que creo que no hay que ser fatalistas. Alguna cagada tenía que tener: se llama Iron Fist.
Digámoslo sin mucho preámbulo: es aburrido. El misterio que pretenden imponerle a los 13 capítulos resulta francamente infantil. El personaje de Danny Rand no es tan complejo y profundo como le gusta aparentar y, al menos a mí, me parecieron muchísimo más entretenidos los “dramas” secundarios de la serie; como la pelea que se tenían los Meechum por mantenerse al frente de la compañía Rand.
A eso no ayuda el hecho de que Finn Jones, el actor que carga con la responsabilidad de llevar la serie, sin duda es el protagonista con menos carisma de todos los superhéroes Marvel presentados por Netflix. No solo eso, su absoluta carencia de técnica, o sencillamente el mal trabajo de coreografías, despoja de la mística y las artes marciales que hacen de Iron Fist algo único, en desmedro de ideas regurgitadas que acercan al personaje a algo mucho más masivo pero, al mismo tiempo, menos encantador.
Los antagonistas tampoco ayudan en nada: no tienen ni el carácter del Kingping, ni la novedad del Purple Man ni menos el atractivo de Cottonmouth. Son simples multimillonarios avaros que sirven de mero entremés una vez que lleguen los villanos orientales ligados al origen del poder del Puño de Hierro.
Súmele a eso que las secuencias de acción no tienen nada que las distinga, por lo que no permitan hacer olvidar que sus personajes son planos y su producción no saca partido al hecho de que este es realmente el primer héroe con superpoderes llamativos que tienen a su disposición en Netflix.
El único atractivo real de Iron Fist es que será uno de los superhéroes que se sumen a The Defenders. Pero aún así, me parece una razón bastante pobre.
No, no la recomiendo. No merece la pena. Mejor búsquense otra serie para ver mientras llegan las siguientes temporadas de Daredevil, Jones y Cage.
Me lo van a agradecer.
VoxBox.-