Su investigación fue elogiada por “haber sido hecho por una mujer” y no se le dio la trascendencia que necesitaba.
Detalles.- El 23 de agosto de 1856 se realizó la Octava Reunión Anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, que reunió a grandes personalidades de la comunidad científica, mujeres inventoras, inventores y personas interesadas.
Fue llevada a cabo en Albany, Nueva York, con el objetivo de discutir avances en el campo de la ciencia y explorar nuevas áreas de investigación.
En esa conferencia, la científica Eunice Foote presentó un documento titulado: Circunstancias que afectan al calor de los rayos del sol.
Se trató de un documento que demostraba de modo experimental los efectos del sol en ciertos gases y cómo actuarían con la atmósfera de la Tierra por primera vez.
Foote fue capaz de demostrar su teoría a través de experimentos que realizó usando una bomba de aire, cuatro termómetros y dos cilindros de vidrio, para medir las temperaturas bajo varios estados y repitiendo el proceso con hidrógeno, aire y CO2.
Adelantada a su tiempo, Foote teorizó sobre el calentamiento gradual de la atmósfera y sus consecuencias, lo que hoy conocemos como efecto invernadero.
Sin embargo, su investigación fue elogiada por “haber sido hecho por una dama” y no se le dio la trascendencia que necesitaba.
Tres años después, el físico John Tyndall publicó resultados similares que demostraban los efectos de ciertos gases en la atmósfera.
Su investigación abrió el camino para más investigaciones acerca de las variaciones atmosféricas y el efecto en el clima.
El trabajo de Tyndall, con observaciones similares a las de Foote, fue ampliamente reconocido, pero el trabajo de la científica no alcanzó notoriedad.
No era sencillo ser una mujer interesada en la ciencia en siglo XIX. En realidad no era sencillo ser mujer, y punto. Tenían oportunidades limitadas de estudiar y el campo de la ciencia era dominado por el sexo masculino, cosa que recién ahora de a poco ha ido tratando de cambiar.
Eso contribuyó a que sus avanzadas investigaciones no alcanzaran el reconocimiento que merecían.
Afortunadamente, gracias al esfuerzo y los trabajos de diversas organizaciones y colectivos en búsqueda de igualdad y reconocimiento femenino, hoy las mujeres de la ciencia abren su camino para que cada vez más no sea visto como un campo exclusivo de los hombres, aunque no ha sido sencillo.
Es por eso que es importante conocer esta historia y darle a Eunice Foote el reconocimiento que se merecía por su gran aporte a la ciencia.
VoxBox.-
