Haruki Murakami es un escritor y traductor japonés nacido el 12 de enero de 1949, en Kioto, Japón.

Literatura.- Cuando 1Q84 fue publicado en Japón hace algunos años, los ejemplares casi se agotaron en un día. La librería más grande de Japón, Kinokuniya, vendió más de uno por minuto. Millones de copias salieron en el primer mes. En Francia, se imprimieron 70,000 copias en agosto, pero en el espacio de una semana tuvieron que volver a encender las rotativas. Y en Amazon.com figura entre los 20 más vendidos. De ahí los planes de lanzar la novela a medianoche, tanto en territorio británico como en Estados Unidos, de Nueva York a Seattle. “La última vez que hicimos esto fue para Harry Potter”, señaló Miriam Robinson, de la londinense librería Foyles. “Es difícil encontrar un libro que amerite este tipo de evento”. «Este es el tipo de despliegue que normalmente se utiliza para literatura adolescente”, dijo Paul Bogaards, de Knopf, editor de la novela en Estados Unidos. Es algo sin precedentes en el caso de una obra traducida al inglés.

El libro en cuestión es de autoría de Haruki Murakami, un escritor y traductor japonés nacido el 12 de enero de 1949, en Kioto, Japón.

Pero a pesar de lo apabullante de sus números, de su incalculable fama y del rumor de que será el próximo Nobel de Literatura —rumor que viene desde hace varios años—, no he logrado hacer que la literatura de Murakami me guste.

He intentado infructuosamente leerlo. La última vez lo intenté con Tokio blues (Norwegian Wood): me quedé dormido en las primeras páginas más de 3 veces.

Lo siento, estoy seguro de que a muchos les gusta, pero a mí me parece un escritor sobrevalorado, de los muchos que hay por ahí.

De todas formas, para seguir dando de qué hablar, aquí hay algunas frases extraídas de sus libros que me parecen  dignas de traer a colación, aprovechando el cumpleaños 67 del escritor:

“Las heridas emocionales son el precio que todos tenemos que pagar para ser independientes”.

“Lo que para una persona puede ser una distancia prudencial, para otra puede ser un abismo”.

“Cuando uno se acostumbra a no conseguir nunca lo que desea, ¿sabes qué pasa? Que acaba por no saber incluso lo que quiere”.

“Lo que importa no son las grandes ideas de los otros, sino las pequeñas cosas que se te ocurren a ti”.

“A fin de cuentas, pensar libremente significa también distanciarse del cuerpo. Salir de esa jaula que te limita. Romper las cadenas y simplemente darle alas a la mente”.

“Como vivimos en un mundo tan cómodo, nuestra sensibilidad ha languidecido”.

“Si leyera lo mismo que los demás, acabaría pensando como ellos”.

VoxBox.-

Por Ricardo Corea

A los locos no nos quedan las biografías, diría Roque Dalton. A veces escribo sobre literatura.

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