Detalles.- La serie The OA fue una de las grandes sorpresas que Netflix nos tenía preparados para este final de año: su estreno y la trama estuvieron envueltos en misterios desde que, hace algún tiempo, se había anunciado que la plataforma había llegado a un acuerdo con la actriz Brit Marling y el director Zal Batmanglij para desarrollar una serie.

(A partir de aquí contiene spoilers)

The OA requiere que nos armemos de paciencia. La historia de Prairie —una chica de origen ruso que desde pequeña tenía premoniciones en forma de sueños— se va mostrando poco a poco a lo largo de los ocho capítulos y no empezamos a darnos cuenta de lo que ella pretende (y de lo que le ha pasado), hasta más o menos la mitad de la temporada.

La forma de la narración también resulta interesante: es la propia protagonista la que narra —con lujo de detalle— qué sucedió en los 7 años que estuvo desaparecida, mientras que tiene que lidiar con sus padres adoptivos y el estigma social de ser una víctima con trastornos mentales muy serios.

La propuesta filosófica de la serie —si lo podemos llamar así— me dejó una sensación agridulce: por un lado, me parece interesante la idea de emplear la ciencia en función de ese gran misterio, que hasta el día de hoy sigue teniendo muy pocas respuestas: la muerte. ¿Hay vida después de la muerte? ¿Hay otra dimensión? ¿Hay otras dimensiones? ¿Se puede acceder a ellas estando con vida? ¿Qué tanto podría cambiar el paradigma de la humanidad, de nuestra conciencia y de nuestra propia identidad, si la ciencia lograra arrojar un poco de luz sobre la muerte? La serie te hace ese tipo de preguntas.

Por otra parte, toda esa onda demasiado new age (los animales protectores y esas cosas) me parecen trasnochados. Tampoco sé muy bien cómo sentirme con respecto a los cinco movimientos necesarios para abrir un portal a otra dimensión. Todas las veces que lo utilizaban me parecía ridículo, aunque confieso que la escena final de la serie logró emocionarme hasta un punto que yo mismo me sorprendí.

Debo decir, además, que no creo que sea apta para todos. Estoy seguro que habrá mucha gente que la odiará desde el primer episodio —así como habrá gente que le termine rindiendo culto—. Pero no se preocupen: desde el inicio sabrás si debes seguir viendo los demás o no.

Lo que nos queda claro con esta nueva serie es que a Netflix se le viene dando bastante bien el tema de la ciencia ficción, pero esta vez le agregaron un toque interesante de drama psicológico, unos diálogos que aspiraban a ser existencialistas y unas hermosas imágenes psicodélicas sobre cómo sería el final de la vida. Eso sin mencionar el enigmático nombre de la serie, que lo voy a dejar para que cada quien lo descubra.

Si funcionará este lanzamiento repentino o no, será cuestión de tiempo, pero las primeras críticas apuntan que será otro éxito.

En síntesis, yo recomendaría que le den una oportunidad a The OA: déjense llevar por su Yo Invisible y el quinto movimiento vendrá por añadidura.

VoxBox.-

Por Ricardo Corea

A los locos no nos quedan las biografías, diría Roque Dalton. A veces escribo sobre literatura.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.