Si tienes hijos, les harás la vida muchísimo más fácil si les enseñas desde siempre a ser agradecidos.
Tips.- La gratitud es sentimiento de estima y reconocimiento que una persona tiene hacia quien le ha hecho un favor o prestado un servicio, por el cual desea corresponderle. O al menos eso dice Wikipedia.
Pero aceptémoslo: ser agradecidos es una de las cosas más difíciles de aprender, sobre todo cuando lo intentas aprender ya adulto porque nunca te lo inculcaron de niño.
Si tienes hijos, les harás la vida muchísimo más fácil si se los enseñas desde siempre.
Por eso te dejamos estos diez consejos para hacer de tus pequeños seres humanos agradecidos:
¡Sorpréndelos!
Las sorpresas ayudan a los niños a ver las cosas como un regalo, no como un derecho. Cuando tenemos muchas opciones, queremos siempre saber si no habría alguna opción mejor.
La típica discusión sobre dónde pasar las vacaciones, en la que no es posible ponerse de acuerdo porque cada uno tiene una idea “mejor” que el otro y nadie se conforma con la decisión. La solución es que termines con esa conversación. Una semana después, anuncia una gran sorpresa: “¡Vamos a conocer el parque nacional X!”, o cualquier otro lugar que se te ocurra.
Habla sobre los mejores momentos de tu día
Busca tiempo, todos los días, para hablar de personas, hechos y cosas que despiertan tu gratitud. Puede ser durante la comida, antes de dormir o cuando manejas. Pregunta a tus hijos: “¿Cuál ha sido el mejor momento de tu día?”.
Para los hijos mayores intenta mantener un “diario de gratitud”: pídeles que digan el nombre de cinco personas, hechos o cosas por las que se sienten agradecidos. ¡Tendrán una visión más positiva de la vida!
Cuenta tu historia a tus hijos
Hay muchas historias familiares que hablan de dificultades y de perseverancia: tus padres, abuelos, bisabuelos, ciertamente pasaron por desafíos que vale la pena contar a tus hijos.
¿No sabes mucho sobre el pasado de tu familia? Entonces lleva a los niños a visitar algún lugar histórico que recuerde episodios de lucha y sacrificio por el bien del país y del pueblo. Volverán a casa más agradecidos.
Incentiva a tus hijos a ayudar a alguien que no “necesita” caridad
Está claro que es muy bueno para los niños participar en acciones caritativas organizadas por grupos de la comunidad, pero estos eventos solo tienen lugar algunas veces al año, y ustedes raramente se encuentran a las personas beneficiadas.
¿Qué tal pensar en alguien que forma parte de tu vida de todos los días y a quien tus hijos pueden ayudar con regularidad, aunque esa persona no necesite caridad? Por ejemplo, una vecina anciana que pueden hacer feliz al recibir visitas o ayuda en casa.
Concéntrate en lo positivo durante todo el día
Di a tus hijos varias veces al día que “la actitud es una elección”. Mantener una actitud positiva puede ser la regla número uno en casa: es un esfuerzo diario para combatir las lamentaciones, las caras serias y las reclamaciones, mirando siempre lo positivo. Incluso las frases más habituales pueden ser formuladas de manera más positiva: “Tengo sed”, por ejemplo puede ser: “¿Vamos tomar un refresco juntos?”.
Di un “gracias” completo
Enseña a los niños a dar gracias explicando el motivo de la gratitud: “Papá, gracias por la comida”, “mamá, gracias por llevarme al colegio”. Incentiva a tus hijos a dar las gracias a los profesores por las clases, a los entrenadores por el fútbol o por la natación, a los camareros por el servicio. Y da ejemplo: ¿cuántas veces al día tú mismo dices “gracias”? ¿Has dicho ya a tus hijos hoy cuántas cosas te hacen sentir agradecido?
Enséñales que “es mejor dar que recibir”
Incluso los más pequeños pueden comprar regalos a los demás: llévalos a tiendas baratas y diles que elijan regalos para sus amiguitos, pero sin comprar nada para ellos. ¡Es difícil! Pero es un buen aprendizaje.
Busca tiempo para que los niños hagan pequeñas tareas domésticas
Puede ser difícil tener tiempo para que hagan tareas domésticas, pero si nunca ayudan a hacer nada en casa, simplemente no entenderán lo que significa administrar un hogar: pensarán que la ropa limpia sale de los cajones y que los platos se lavan solos.
Distribuye pequeñas tareas apropiadas para cada edad, aunque sean solo 5 o 10 minutos por día. Algunas tareas más largas pueden quedar para el fin de semana, como ayudar en el jardín, la limpieza del cuarto de baño o cambiar la ropa de cama.
Deja que los niños mayores cuiden de los pequeños
Confiar algunas responsabilidades a los niños mayores en relación con sus hermanos pequeños les ayudará a tener una actitud de gratitud hacia los padres. Los niños en edad escolar pueden leer cuentos a los pequeños o ayudarles a vestirse, por ejemplo.
Regálales experiencias, no solo cosas
¿Tienen demasiados juguetes? ¿Qué tal regalarles una matrícula en clase de música, o una inscripción a un torneo de fútbol, o una acampada? Estos regalos incentivan las relaciones en vez del materialismo.
Si conoces alguna otra técnica para enseñarles a tus hijos a ser más agradecidos, no dudes en compartirla con nosotros.
VoxBox.-