Tips.- El español es una de las lenguas más ricas y complejas que existen en el planeta. Por eso nunca dejamos de aprender de ella cosas interesante, que a más de alguno le darán dolor de cabeza.
Este es el caso, por ejemplo, de las palabras con dos significados opuestos; es decir, palaras que significan una cosa y la contraria. A estas palabras se les conoce como autoantónimos.
Para entendernos mejor, aquí hay algunos ejemplos:
Alquilar: significa tanto dar algo en uso a cambio de un precio durante un tiempo determinado como tomar algo para usarlo a cambio de un pago. Es decir, el sujeto de la frase “Pedro alquiló un piso” puede ser “tanto quien cede algo en alquiler como quien lo toma”.
Animal: puede usarse en sentido figurado para hablar de una “persona de comportamiento instintivo, ignorante y grosera” y también para referirse a alguien “que destaca extraordinariamente por su saber, inteligencia o esfuerzo”.
Casero: es el “dueño de alguna casa, que la alquila a otra persona”. Pero el diccionario también recoge la acepción contraria: “inquilino, persona que ha tomado una casa en alquiler”.
Conjurar: puede ser “conspirar, uniéndose muchas personas o cosas contra alguien, para hacerle daño o perderle”. Y, al contrario, “impedir, evitar o alejar un daño o peligro”.
En absoluto: puede usarse para decir “de manera general, resuelta y terminante”. Y “no, de ningún modo”.
Huésped: usamos habitualmente el término con el sentido de “persona alojada en casa ajena”, pero puede referirse al “mesonero o amo de posada” y a la “persona que hospeda en su casa a otra”, que, por cierto, era el sentido original en latín.
Limosnero, ra: puede ser tanto quien da limosnas como quien las pide.
Monstruo: tras cinco acepciones que van desde el “ser que presenta anomalías o desviaciones notables respecto a su especie” a la “persona muy cruel y perversa”, pasando por la “persona o cosa muy fea”, llegamos a la “persona que en cualquier actividad excede en mucho las cualidades y aptitudes comunes”. Ejemplo: Juan es un monstruo porque tiene dos cabezas, pero también es un monstruo con la guitarra porque la toca de maravilla.
Sancionar: “Autorizar o aprobar cualquier acto, uso o costumbre”. Y también, “aplicar una sanción o castigo a alguien o algo”. Es decir, te pueden poner una sanción por no respetar una sanción.
Existen muchos otros autoantónimos, ¿puedes recordar alguno?
VoxBox.-