Opinión.- Los científicos de la Nasa han estudiado cuidadosamente el comportamiento de las galaxias, en especial el de la nuestra (Vía Láctea) en relación con otras, como por ejemplo la galaxia Andrómeda, la cual es nuestro vecino más cercano.
Estos estudios han empezado a mostrar que la distancia entre la Vía Láctea y Andrómeda cada vez es menor, lo cual nos llevaría a un choque intergaláctico.
¿Eso significaría la destrucción de ambas o la creación de una nueva?
Desde la NASA ya se ha confirmado que dicho evento es inminente, dado el desplazamiento de ambas galaxias, las cuales se acercan una a la otra a una velocidad de 300 kilómetros por segundo aproximadamente —lo cual es una velocidad relativamente baja en términos astronómicos—.
Aún falta mucho tiempo para que la colisión ocurra. Para ser más específicos, la NASA estima que ocurriría dentro de unos 3,000 millones de años. Es decir, no hay por qué preocuparse ahora mismo, tomando en cuenta que tal vez la humanidad no exista para entonces.
¿Qué resultado tendría?
Concretamente las posibilidades de que la Tierra o el Sol sean afectados por tal colisión son insignificantes. Esto se debe al tamaño diminuto que tienen la Tierra y el Sol en comparación al tamaño de una galaxia completa, por lo que sería altamente improbable que una estrella, planeta o asteroide proveniente de Andrómeda afecte nuestro sistema solar. Lo más probable es que nuestro sistema solar permanezca intacto luego del impacto.
Lo curioso es que ambas galaxias, más que colisionar, se fusionarían en una nueva galaxia, a la cual desde la NASA ya hacen referencia como Lactómeda.
Otro factor curioso es que la fusión no sería instantánea luego del impacto. De hecho, las simulaciones ya dan idea de cómo sería el fenómeno y estiman que luego de las diferentes fases, la nueva galaxia quedaría formada de alrededor de 2,000 millones de años después del impacto.
Lo positivo
Al ser ambas galaxias muy gaseosas, el impacto entre estos gases traería como resultado la generación de millones de estrellas nuevas, lo que significaría más probabilidades de conseguir planetas parecidos a la Tierra.
Lo negativo
Para ese entonces la Tierra sería inhabitable, ya que el sol habría crecido tanto que la tierra ya no tendría agua y por lo tanto la humanidad tendría que encontrar un nuevo lugar en el espacio para vivir.
En conclusión
Si la humanidad aún existe para aquel momento, tendrán que vivir tal acontecimiento desde otro lugar.