Los adversarios de la autoayuda afirman que es una charlatanería, que al único que ayuda es al autor del libro a hacerse rico, pero que de ahí no hay gente haciéndose feliz y millonaria por leer textos “mágicos”.
Opinión.- En la actualidad si usted va a cualquier feria del libro, lo que más pulula son libros de los youtubers de moda y de autoayuda. De los primeros, lamentablemente, solo los más populares se encuentran y de los segundos, una amplia pero a la vez reducida temática. Economía, amor, timidez, inseguridad son, por mencionar algunos, de los temas que las casas editoriales pasan a impresión.
Existen dos posturas muy marcadas y también muy diametrales. Por un lado quienes consumen todo ese material y por el otro quienes lo juzgan. Creo que, como en todo ámbito, debe de existir un punto más diplomático.
Los primeros, más que lectores parecen fans del producto motivacional. Frases, historias increíbles o trucos simples, parecen ser todo lo necesario para impulsarlos a comprar el último libro que se ha publicado. Y conforme se devoran el libro, su motivación se ha devorado. Y a más hambre, más consumo. Ni siquiera toman en cuenta que un libro —sí, un solo libro de los que leen— o una frase —una frase de las cientos de frases que comparten de no más de 10 palabras— puede contener una sabiduría o un trabajo que lleve todo el resto del año ponerlo en marcha.
Las grandes mentes suelen condensar su saber en breves palabras. El problema es creer que esa brevedad nos pertenece a nosotros, sin ser grandes mentes ni tener un gran trabajo de por medio.
Los adversarios de la autoayuda afirman que es una charlatanería, que al único que ayuda es al autor del libro a hacerse rico, pero que de ahí no hay gente haciéndose feliz y millonaria por leer textos “mágicos”. Decir que la charlatanería no existe en esto sería querer cegarse a propósito. Desde títulos que sugieren volverse rico en 5, 6, 7, u 8 pasos, hasta frases que inspiran a creerse “único y especial”. Lo que pasan por alto es que se suele juzgar al cliente y no al producto en sí. No se puede decir que un tratamiento para quitarse las manchas de la piel (que es muy extenso) no funcione porque el paciente no pudo llevar a cabo todo el proceso. Así sucede con esto. Que la gente no logre cambiar su vida no es forzosamente debido a que el libro no sirva.
Servirá la autoayuda de la forma en que se empiece a aplicar. Si usted quiere ser millonario, pero ni siquiera puede aplicar el consejo de ahorrar un 10 % de sus ingresos, ¡no pida milagros! “¿Y si no me alcanza?”, podría decir alguien. “¿Y si deja de poner peros?”, podría responder yo.
La diferencia entre la autoayuda y la literatura es que la literatura se disfruta y la autoayuda se aplica. Autoayuda, ayúdese usted mismo, o sea, mueva el culo. El problema es que la gente no está acostumbrada a actuar.
No se afane en leer y consumir alocadamente esto. Con un buen libro por año es más que suficiente. En él encontrará mucha información que le llevará tiempo poner en práctica. Solo cuando lo haga parte de su vida podrá decir que es autoayuda. De lo contrario es autodestrucción, al menos para su economía.
Elija con sabiduría, no todo lo que brilla es oro.
Esto no solo aplica en el amor, también va en la superación personal.
VoxBox.-