Música.- Sigridur Nielsdottir es el nombre de una mujer que quizás nunca has escuchado. No te sientas mal, ese nombre no es nada popular por nuestras zonas, pero quizás este otro sí te suene: Grandma Lo-Fi.
¿Tampoco te suena? Deberías terminar de leer esta nota entonces.
Sigridur fue una artista tuvo una trayectoria corta, prolífica y demasiado espectacular se puede resumir así: grabó más de 600 canciones con instrumentos caseros, se convirtió en ícono y referencia musical para algunos de los artistas más importantes del país donde vivió.
¿Ya mencionamos que hizo todo esto cuando tenía 70 años?
Pequeña biografía de una Grandma Lo-Fi
Nielsdottir llegaba a sus 70 años en el año 2000. Su vida había sido la de una persona normal hasta ese momento. Era una apacible ama de casa de carácter juguetón, divertido y desenfadado. A cada momento intentaba divertirse. Sigridur era una de estas personas con la capacidad innata de hacer feliz a quien está su alrededor.
Vivía sola tras haber residido en varios países a lo largo de su vida. Desde Dinamarca (donde nació) hasta Alemania, pasando por Brasil y acabando en Islandia. Su madre era danesa y su padre alemán. Fuera de esa multiculturalidad y los muchos años vividos (que nunca son en balde), Nielsdottir no era más que una esas viejecitas adorables que provocan abrazarlas y que siempre procuran un bien para sus seres queridos.
En ese afán por hacer feliz a quienes la rodeaban, comenzó a producir canciones para sus amigos y familiares, tan solo con el fin de divertirse.
Nielsdottir observó los alrededores de su casa en Reikiavik y vio un órgano Casio, sus perros, decenas de utensilios de cocina y varios juguetes para niños. Decidió comenzar a componer su música. En un estilo algo loco y atractivo, Nielsdottir combinaba el sonido que emitían las teclas de su instrumento con los ladridos de sus mascotas, junto a los ruidos acompasados de los utensilios de su cocina.
Ahí fue que surgió la artista: Grandma Lo-Fi
Grabó sus primeras canciones en un casete doméstico, pero no se contentó con esa primera experiencia: Grandma Lo-Fi acabó grabando más de 600 canciones insertadas en 59 CD, lo que hizo de ella la artista islandesa más productiva de la historia. También creó, diseñó y distribuyó los discos de su prolífica carrera musical.
Ese sonido experimental e inusual atrajo rápidamente los elogios de quienes escuchaban su música.
Pero su popularidad no se quedó entre su familia y amigos. Al poco tiempo, la artista islandesa Björk se identificó públicamente como aficionada a la música de Grandma Lo-Fi. Björk se ha declarado gran seguidora de sus composiciones, hasta el punto de que presume de tener los 59 discos de Grandma Lo-Fi.
Grandma Lo-Fi y el cine
Tres cineastas islandeses, Kristín Björk Kristjánsdóttir, Ingibjörg Birgisdóttir y Orri Jónsson (no, no nos hemos inventado esos nombres), filmaron durante siete años a Sigridur Nielsdottir, para producir esta joya escondida del cine documental: Grandma Lo-Fi: The Basement Tapes of Sigrídur Nielsdottir.
https://www.youtube.com/watch?v=ZqU9hxssIZs
El documental se proyectó por primera vez en 2012 en Dinamarca, el país natal de la artista. Un año antes, Sigridur había fallecido en Islandia, donde se había afincado durante las últimas décadas de su vida.
En la película pueden verse fragmentos de la vida cotidiana de Nielsdottir y su transformación en la artista Grandma Lo-Fi. Filmada en Super 8, la cinta tiene la apariencia de un video doméstico.
Sigridur Nielsdottir falleció, como mencionamos ya, en 2011, poco más de una década después de que comenzó su carrera musical.
La popularidad de su música no ha dejado de crecer.
La anciana adorable desapareció, pero nos dejó dos cosas esenciales: su legado musical y el certero mensaje de que nunca es demasiado tarde, aunque suene a cliché.