Disputar dos tiempos, de 30 minutos efectivos cada uno, representarían un “cambio radical” en las reglas de este deporte, según declaró la misma FIFA.
Detalles.- La FIFA y la International Board analizan la posibilidad de reducir los partidos de fútbol de 90 a 60 minutos de juego efectivo.
La intención es detener el reloj cuando el balón no esté en juego, con el fin de hacer el balompié más atractivo para los aficionados y evitar que jugadores consuman intencionalmente tiempo, cuando el balón no está en disputa.
Disputar dos tiempos, de 30 minutos efectivos cada uno, representarían un “cambio radical” en las reglas de este deporte, reconoció la Junta Internacional de Fútbol Asociación (IFAB, por sus siglas en inglés).
La propuesta figura en un documento sobre la estrategia a cinco años para alcanzar tres metas en el futbol: fomentar un ambiente de respeto, evitar la pérdida de tiempo en los partidos y hacer que el deporte resulte más atractivo.
Cualquier cambio tardaría años en implementarse y tendría que seguir a discusiones y pruebas supervisadas por la IFAB, encargada de revisar cada año las reglas del fútbol.
Otra idea apunta a que los árbitros detengan el reloj durante cada pausa del juego en los momentos en que es más probable que algún equipo busque perder tiempo, que podrían ser los últimos cinco minutos del primer tiempo y en los últimos 10 del complemento.
El documento aborda también las siguientes posibilidades:
Permitir que los jugadores se envíen un pase a sí mismos a la hora de ejecutar un tiro de esquina.
Sancionar con un penalti a un equipo, si un jugador bloquea con la mano o el brazo un balón que se dirige a gol, independientemente si la falta ocurre dentro o fuera del área.
Evitar las invasiones anticipadas de otros jugadores al área cuando se cobra un penal, al ordenar que la jugada termine si el tiro es atajado o si pega en un poste. Ello impediría realizar contrarremates.
Ordenar que los dos técnicos y el árbitro se den la mano antes de cada partido, como “una muestra de respeto”.
VoxBox.-