Cine.- La espera ha terminado y finalmente pudimos dar con los ganadores de los Óscar 2018. En términos generales, resultó ser una ceremonia bastante predecible y con muy poco que destacar, pero por lo menos queda el recuerdo de un año con muy buenas contendientes. Si se perdieron o no tuvieron oportunidad de ver todas las películas que conformaron categoría de Mejor película, aquí tienen un pequeño resumen de cada una.
Aunque algunas no hayan sido las ganadoras de la noche, todas forman un conjunto bastante variopinto de propuestas cinematográficas. Las hay desde las más clásicas y convencionales, e incluso algunas que jamás nos hubiéramos imaginado en una gala de premios tan conservadora como lo han sido los Óscar. Están posicionadas sin un orden en específico, salvo una pequeña preferencia personal.
10 propuestas diferentes de películas para dar inicio al 2018
Mejor película en los Óscar 2018
The Shape Of Water, de Guillermo del Toro
El cuento de hadas para adultos del visionario director mexicano Guillermo del Toro, la ganadora de la categoría más importante de los Óscar 2018. Resulta ser una historia conmovedora, pero sospecho que fue valorada más por los miembros de la Academia por tener esas cualidades que hacían homenaje directo al medio cinematográfico, una tendencia muy común en los premios.
En términos generales, es una película que demuestra maestría en cada una de sus áreas. Para mí su única debilidad es una historia construida bajo un argumento un poco simplista, o al menos un desarrollo demasiado predecible, pero sirve como una perfecta alegoría para problemas actuales relacionados con la discriminación. Una película especialmente dedicada a ser la voz de los inadaptados.
Three Billboards Outside Eebing, Missouri, de Martin McDonagh
Una de las más subestimadas para los Óscar 2018, al no llevarse las estatuillas de mejor guion original y mejor película, las cuales pensé que tendría seguras. Three billboards resulta una experiencia completamente impredecible, con lo que podría ser algunas de las interpretaciones más memorables de la década. Aunque haya sido acusada de tratar con demasiada simpleza el tema de la discriminación racial, por lo menos para mí resulta un perfecto relato sobre las consecuencias del odio y la violencia, aun cuando este se sienta con justificación.
Es una película cínica, cargada de humor negro y que por momentos se hace difícil de mirar por todo el odio y el caos que ocurre a su alrededor. Es polémica al encontrar formas de darle una bofetada a la concepción inocente que existe sobre los pueblos pequeños sureños, mostrando parte de su lado más perverso, pero aun así es capaz de darle la vuelta a este principio y encontrar formas de redención, un mensaje que no busca nada más complejo que profesar amor al prójimo. Eso es lo más importante.
Dunkirk, de Christopher Nolan
Una película bélica poco convencional, donde lo que predomina no es el relato heroico, sino más enfatizar la desesperación por la supervivencia de los soldados, en una situación donde ya todo está perdido. La victoria es imposible. Dunkerque es una maestría en el apartado técnico, razón por la cual recibió los galardones por montaje, diseño y mezcla de sonido. Una película intensa, contada de una forma en la que puedes desmenuzar siempre elementos que no quedaron del todo claros con tan solo una primera revisión.
Muestra una evolución en la filmografía de Nolan, ahora alejándose un poco de sus historias más comerciales y “extrañas”, para progresivamente crear un legado a su alrededor, por el que pueda ser recordado con mayor notoriedad en el mundo de las artes cinematográficas y dentro del propio gremio que conforma la Academia.
Get out, de Jordan Peele
Una película muy poco convencional para el tipo de ceremonia. Su mayor mérito durante la noche fue ser la ganadora a Mejor guion original, gracias a que combina elementos clásicos del thriller, el horror psicológico y el suspenso, pero contextualizados de una manera que sirven para establecer una crítica sobre las diferentes formas en las que se manifiesta la discriminación racial.
No creo que sea una propuesta que deje indiferente a nadie, ya que también sirve para momentos de introspección y reflexión más crítica acerca del comportamiento de aquellos sectores que se dicen ser más “liberales”. Aparte, un sentido del humor también bastante ingenioso, que la hace muy entretenida de visualizar.
Lady Bird, de Greta Gerwig
Puede que sea polémico preguntarse si esta película realmente merecía estar entre las nominadas, al no innovar del todo en un género tan gastado, como lo es la comedia dramática juvenil. Pero a pesar de todo, Lady Bird conserva un encanto que la hace una película muy disfrutable casi para cualquiera que sepa apreciar o pueda todavía identificarse con un relato adolescente. Además, por momentos logra ser muy emotiva.
Destaca por encima de muchas películas de su género, gracias a un sentido del humor original y perfectamente definido, que no se desentona para nada con todo el conjunto, donde también existe el más crudo drama. Un perfecto relato que expresa la complejidad del amor y esa tensión que siempre existe entre algunas relaciones parentales, concediéndole a Greta Gerwig una Ópera Prima memorable y efectiva.
Phantom Thread, de Paul Thomas Anderson
Uno de los renombrados mejores directores de las últimas décadas nos concede la oportunidad de ver una película casi completamente actoral, con la magnífica interpretación de Daniel Day-Lewis, siendo también uno de los mejores actores de las últimas décadas.
Lo que al principio pudiera parecer una historia poco interesante, se convierte en el contexto ideal para un relato inquietante, que incluso transgrede los límites del género dramático y llega a semejarse con el thriller psicológico. Todo para representar los excesos y la obsesión afectiva o profesional.
Una propuesta bastante ignorada por la audiencias, en comparación con muchas otras de las nominadas para estos Óscar 2018, pero que guarda complejidad y que quizás merezca otra valoración en el futuro.
Call Me by Your Name, de Luca Guadagnino
Una película que procede a retratar de forma honesta los idealismos del amor adolescente, que este viene de todas las formas imaginables y puede expresarse de distintas maneras. Es una película con tintes preciosistas más propios del cine europeo, pero que aun así logra reflejar con honestidad la ansiedad y la exploración sexual adolescente.
Una película que quizás no sea para todos los públicos, al menos no para los más acostumbrados a historias con grandes eventos y repercusiones inmediatas. Su verdadera fortaleza yace en que está casi desprovista de conflicto, lo que podría parecer una debilidad, sino fuera porque este más bien se encuentra subyacente.
A pesar de la cierta armonía con la que se manifiesta la relación, se esconde un inevitable final de lo que pudiera parecer de otra forma un verano idílico. Por ser un relato que expresa la llegada del primer amor, sabemos que este nunca dura para siempre y eso es lo que la hace en un principio tan devastadora.
The Post, de Steven Spielberg
Una de las más convencionales dentro de toda la ceremonia de los Óscar 2018, que aunque no sea la mejor, ni de toda la categoría ni de su propio director, sigue siendo una buena película que ejemplifica valores que merecen recordarse. Una película que al menos nos recuerda la interesante visión de Spielberg, gracias al dinamismo visual que representa lo mejor de un relato dedicado al mundo del periodismo, y por otra parte, abrir un debate latente sobre la integridad del oficio y la libertad de prensa.
Lo he mencionado antes, pero quizás su mayor debilidad es que a veces pareciera que intenta deambular entre el más convencional de los biopic y con el “suceso basado en hechos reales”, que puede sonar como si fueran parte de un mismo género, pero que en realidad guardan sutiles diferencias. Una película que sirve de clase magistral para enseñar periodismo con un talentoso elenco, pero fuera de ahí quizás no sea del todo memorable.
The Darkest Hour, de Joe Wright
Mi menos favorita de todas las nominadas. La verdad me parece un tedioso relato político filmado con una grandiosidad, solo para justificar una historia que de otra forma no sería más que un convencional biopic. Es en exceso condescendiente con su figura histórica y sumamente estática.
Ciertos momentos y diálogos memorables, que cuentan con la dicha de tener un gran actor como Gary Oldman, pero que dudo que le valga ser recordada. Incluso no creo que sus efectos puedan hacer justicia al paso del tiempo.
En mi opinión, sobrevalorada. Puede que valga la pena una segunda revisión con el tiempo, solo para convencerme de mi impresión inicial.