Hay un término que pasa desapercibido para la gran mayoría, que conlleva dosis de sufrimiento potencial para quien lo experimenta, sobre todo en la adolescencia y juventud temprana: demisexualidad.
Detalles.- En los últimos años son muchos los avances en igualdad que se han conseguido, como la inclusión de artículos en algunos estatutos de autonomía en torno a la no discriminación por orientación sexual e identidad de género, y otros entre los que destaca el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo: un instrumento que ha otorgado dignidad, seguridad, protección y autoconfianza a miles de personas y a sus familias.
Solemos dividir a la sexualidad de las personas en tres grandes grupos: la homosexualidad, la heterosexualidad o la bisexualidad. También conocemos la figura del asexual. Pero esto reduce mucho el campo de las personas para encontrar donde se sienten más identificadas y completar su orientación sexual existen otros términos. En concreto hay uno que pasa desapercibido, desconocido para la gran mayoría, con dosis de sufrimiento potencial para quien lo experimenta, sobre todo en la adolescencia y juventud temprana: demisexualidad.
Se engloban dentro de este término las personas que no sienten atracción sexual con base en un físico, sino únicamente por personas con quienes tenga una conexión emocional fuerte, ya sea amor profundo o una amistad muy grande. Si faltan estos vínculos, creados previamente, la persona es incapaz de sentir atracción por ninguna persona.
Durante su adolescencia estas personas pasan por una etapa de desconcierto, que en muchas ocasiones conduce al sufrimiento.
Este mundo no está preparado para otro tipo de atracción que no sea la atracción física. Estamos rodeados de anuncios publicitarios y contenido en la que dos desconocidos en menos de tres segundos pasan a ser objeto de deseo.
La adolescencia, como es lógico, se considera la etapa más complicada para estas personas, ya que es la edad de las hormonas, cuando un quinceañero común es seducido con mucha facilidad.
Los demisexuales reconocen la belleza de una persona (del mismo sexo o del sexo ajeno, ya que no es incompatible con homo, hetero ni bisexualidad).
Habitualmente vemos cómo la mayoría de las personas necesita el interés físico como eje para cultivar a posteriori una relación, o incluso no pasar de ahí (relaciones muy esporádicas, puntuales, únicamente sexuales, etc). Sin embargo, los demisexuales necesitan de una etapa secundaria, en la que se cultiva la pareja, antes de alcanzar la primaria, o ese interés físico.
VoxBox.-