Detalles.- Cuando se trata del orgasmo humano, las investigaciones suelen centrarse en el campo evolutivo de este intenso sentimiento de placer sexual. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por científicos del Colegio de Artes y Ciencias Weinberg de la Universidad Northwestern de Evanston (EE. UU.) ha profundizado en un área relativamente poco estudiada del clímax humano: de qué manera los orgasmos afectan al cerebro.
Durante el orgasmo, podemos experimentar un aumento en la presión arterial, de la frecuencia cardíaca, respiración agitada y contracciones musculares rítmicas. Pero ¿cuáles son los mecanismos subyacentes de esta respuesta sexual, sus efectos neurofisiológicos?
Los investigadores analizaron un gran número de estudios y literatura sobre el cerebro y la respuesta del cuerpo ante la estimulación sexual. Esta información fue empleada para crear un modelo que arrojara luz sobre cómo la actividad sexual rítmica afecta a la actividad rítmica en el cerebro.
Según los autores, la estimulación sexual rítmica, si es suficientemente intensa y si dura lo suficiente, puede aumentar las oscilaciones neurales en las frecuencias de correlación, un proceso llamado “arrastre neuronal”, responsable del “trance sexual”, donde el único foco es la sensación inmediata experimentada.
“La idea de que las experiencias sexuales pueden ser como los estados de trance es en cierto modo antigua. Resulta que esta idea está apoyada por los entendimientos modernos de la neurociencia. En teoría, esto podría cambiar la forma en que las personas ven su sexualidad. El sexo es una fuente de sensaciones agradables y conexión emocional, pero más allá de eso, en realidad es un estado alterado de la conciencia”, explica Adam Safron, líder del trabajo.
Según el experto, la forma en que el cerebro reacciona a la estimulación sexual rítmica es comparable a la forma en la que responde a la música rítmica y al baile o danza. “Este documento proporciona un nivel de detalle mecanicista que antes faltaba”, aclara Safron.
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