En todos estos meses he conocido nuevos usuarios de Instagram, y he podido apreciar sus trabajos fotográficos y, en algunas ocasiones, he podido salir a tomar fotografías y aprender de ellos.
Opinión.- A mi llegada a México, hace poco más de un año, estaba por realizarse el meet nacional de Instagram en la CDMX, en los Viveros de Coyoacán. Me invitaron a ir dos iggers —de los cuales ya hablé antes en una publicación—, pero no pude ir.
En todos estos meses he conocido nuevos usuarios de Instagram, y he podido apreciar sus trabajos fotográficos y, en algunas ocasiones, he podido salir a tomar fotografías y aprender de ellos. En alguna ocasión me han permitido aparecer en sus galerías y me he sentido muy honrado por ello.
Me detendré a hablar en esta ocasión de Ángel Castillo, cuyo usuario de Instagram es @yosoymanwe. En agosto de 2015 pasó a ser un usuario sugerido. Para esos días, su galería contaba con fotografías de fachadas de edificios o cualquier tipo de arquitectura, siempre acompañadas de todo el cableado que una gran urbe como la CDMX —o cualquier otra— pueda tener.
En noviembre de 2016 @instagrames (la cuenta de Instagram para los países de habla hispana) publicó una fotografía de Ángel Castillo, en cuyas galerías se puede conocer más de los orígenes de las fotografías con clones.
(Le pregunte ese día del origen de su nickname, “Manwe”, y me comentó que es uno de los personajes creados por Tolkien para El Silmarillión).
En estos últimos meses, Manwe ha ido evolucionando su trabajo, ya que ha hecho que los clones fotográficos interactúen entre ellos en situaciones un poco usuales: que se carguen entre ellos mismos, se ayuden a levantarse para tomar impulso y dar una vuelta en el aire, etc. Todo esto a medida de ir experimentando hasta dónde puede llegar su creatividad.
Puedo decir que colaborar con él ha sido una experiencia gratificante. Le he tomado fotografías que posteriormente ha editado y publicado en su galería. Más honrado me he sentido cuando he posado para su lente y he sido yo quien ha aparecido en una de sus fotos en su galería.
En una plática, mientras bebíamos café, me comentó que tarda entre dos y cinco horas aproximadamente en la edición y todo depende de la complejidad de la interacción de los clones. Le pregunté que si antes de tomar una fotografía se imaginaba la escena o si todo iba surgiendo en al momento de tomarla, y me contestó que depende de la situación, que en algunos casos sí lleva la escena ya planeada.
Al final, puedo decir que de lo mejor de esto ha sido aprender, ver y compartir el trabajo con uno de los grandes iggers mexicanos. Ver dirigir las escenas de las pequeñas historias que cuenta en cada una de sus fotografías (la pueden ver aquí: @yosoymanwe)
Alguna vez le pregunté: “¿Qué sientes cuando ves un trabajo terminado?”. A lo que me respondió que, si le gusta como ha quedado, sabe que esta lista para ser publicada en su galería.
De paso, yo no soy un gran fotógrafo ni el mejor igger, pero pasen a mi galería @JonMochilero y regálenme aunque sea un insulto.
Manwe también es un gran ilustrador. En su galería también hay fotografías donde ha puesto sus ilustraciones de fondo, a modo de que parezcan grafitis en las paredes, y en otras ha hecho que grafitis reales interactúen con las personas que aparecen en la fotografía.
VoxBox.-