Detalles.- Este año la organización masónica cumplió 300 años de existencia (sí, tres largos siglos de vida). Se trata de una de las organizaciones más longevas en la historia y, sin duda, una de los blancos favoritos de quienes gustan de andar por ahí esparciendo teorías conspiranoicas.
Con motivo de su aniversario, el sitio de noticias ruso Sputnik conversó con el vicepresidente de la organización, Peter Doderer, quien además se desempeña como subdirector de la logia masónica germana, como encargado de las relaciones públicas.
Un poco de historia de la organización masónica
Se conoce que la organización masónica fue fundada por albañiles libres, el 24 de junio de 1717. De esa fecha data la primera Gran Logia en Londres.
Como no pertenecían a ningún gremio en particular, podían trabajar en toda Europa. Se dedicaban a la construcción de catedrales. En este período aparecieron dos símbolos importantes de la francmasonería: el compás y la escuadra.
Actualmente, el número de miembros de la sociedad secreta oscila entre los 2.6 y 5 millones en todo el mundo, según diversas estimaciones.
“La masonería nació en la época de la Ilustración. En aquel momento, fue un paso correcto: no hablar públicamente sobre ciertas cosas y mantener un estrecho círculo interno. De hecho, la difusión de ideas revolucionarias, como la libertad, la igualdad y la abolición de la servidumbre no las apoyaban ni la Iglesia ni los gobernantes”, explicó.
Primero se unieron a los albañiles los representantes del Tercer Estado y la nobleza, comentó Doderer. Luego vinieron los pensadores y los artistas. Los más famosos de ellos en el territorio de habla alemana fueron Mozart y Goethe.
El poeta Lessing describía las reuniones de los francmasones como “pensar en voz alta junto con un amigo”, recordó Doderer.
Los pensamientos son libres. Pero para ser internamente libre, hay que mantener la boca cerrada.
“Los masones también siguen la regla de mantener en secreto los nombres de los miembros, pero sí pueden revelar el propio”, explicó Doderer.
La señal, la palabra y el apretón de manos siguen clasificados hasta hoy
“Se trata de un determinado signo, una contraseña y un especial apretón de manos, que solo conocen los miembros de la sociedad y sirven como un signo de identificación. A los masones no les gusta que estas cosas se hagan públicas”, aseguró Doreder.
Hace mucho tiempo, los francmasones introdujeron pensiones para los miembros de las familias de sus compañeros fallecidos. Además, colaboran con organizaciones benéficas.
Doderer señala que solo los hombres pueden unirse a las filas de la masonería. Pero también hay logias exclusivas de mujeres.
¿Cómo se decide si uno es o no masón?
Uno no puede convertirse en masón en una noche. “Es un proceso largo. Yo tardé cuatro años en hacerme miembro”, contó Doderer. “Durante tres años estuve allí en calidad de invitado. Luego pedí ser miembro de la sociedad. Los miembros presentes deciden sobre la admisión del candidato con la ayuda de bolas blancas y negras. Si el número de bolas negras supera cierta cantidad, la decisión sobre el nombramiento del solicitante se pospone por un año”.
Doderer se convirtió en masón hace casi 20 años. “Estos años me han enseñado una cosa: la francmasonería está más bien integrada en los genes. No puede aprenderse”.
“Cuando una persona se niega a servir en el Ejército, pero en el mismo lugar está presente un general, comandante de un cuerpo del Ejército, es interesante. El hecho de que estas dos personas mantengan una discusión, y en el sentido espiritual estén en el mismo nivel, genera una experiencia emocionante”.
La organización masónica es una escuela de la vida, aseguró en la entrevista Doderer.