El 1.º de mayo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional del Trabajador, en homenaje a los Mártires de Chicago.
Detalles.- El 1.º de mayo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de los Trabajadores, en homenaje a los Mártires de Chicago, un grupo de sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados en 1886.
Fue el Congreso Obrero Socialista celebrado en 1889, en París, que decretó esta fecha como el Día Internacional de los Trabajadores.
¿Cuál era el motivo de la protesta? La reducción de la jornada laboral, que entonces duraba 10, 12 y hasta 16 horas.
Aquella protesta, llevada a cabo inicialmente por 80,000 trabajadores, pronto desembocó en una poderosa huelga nacional que afectó a numerosas fábricas de los Estados Unidos. La fuerza demostrada por los obreros en su reclamo marcó un antes y después en la historia de todos los trabajadores, instaurándose aquella fecha como el Día del Trabajador.
Entonces el presidente de Estados Unidos Andrew Johnson promulgó la Ingersoll, estableciendo ocho horas de trabajo diario. Como los empleadores se negaron a acatarla, los trabajadores de la ciudad industrial de Chicago iniciaron una huelga el 1.º de mayo, que comenzó con una manifestación de más de 80,000 trabajadores liderados por Albert Pearsons.
Ese movimiento había sido calificado como “indignante e irrespetuoso”, “delirio de lunáticos poco patriotas”, y manifestando que era “lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo”.
A partir de ahí, el conflicto se fue extendiendo a otras ciudades norteamericanas, logrando que más de 400,000 obreros pararan en 5,000 huelgas simultáneas. La magnitud del conflicto causó preocupación al gobierno y al sector empresarial, que creyeron ver en las manifestaciones y huelgas el inicio de una revolución anarquista.
Sin embargo, la fábrica McCormik de Chicago no reconoció la victoria de los trabajadores y el 1.º de mayo de aquel año la policía disparó contra los manifestantes que, a las puertas de la fábrica, reivindicaban el nuevo acuerdo. Durante los siguientes días murieron más trabajadores, hasta que el día 4 una bomba estalló contra las fuerzas policiales, suceso conocido como “el atentado de Haymarket”.
Por su participación en aquellos acontecimientos resultaron apresados, acusados y posteriormente condenados varios promotores de las protestas, mediante un proceso judicial arbitrario que culminó el 11 de noviembre de 1887, cuando fueron ahorcados cuatro de los ocho prisioneros: los mártires de Chicago.
Estos fueron los alemanes George Engel, tipógrafo; Adolf Fischer y Hessoiss Auguste Spies, ambos periodistas; así como el también periodista estadounidense Albert Parsons.
Louis Linng, carpintero alemán, se suicidó en su propia celda, mientras que el inglés Samuel Fielden, pastor metodista y obrero textil, fue condenado a cadena perpetua, al igual que el tipógrafo alemán Michael Saab, en tanto el estadounidense Oscar Neebe recibió la pena de 15 años de trabajos forzados.
José Martí, que se desempeñaba entonces como corresponsal del diario argentino La Nación, en Chicago, relató la ejecución en los siguientes términos: “…se salen de sus celdas, se dan la mano, sonríen… abajo la concurrencia sentada en hilera de sillas delante del cadalso, como en un teatro… los encapuchan, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos cuelgan y se balancean en una danza espantable”.
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