El smartphone insignia de Samsung, el Galaxy S8, fue presentado la pasada semana y ha generado un conjunto de reacciones positivas y negativas, debido a algunos cambios que ha introducido la empresa surcoreana.
Opinión.- El smartphone insignia de Samsung, el Galaxy S8, fue presentado la pasada semana y ha generado un conjunto de reacciones positivas y negativas, debido a algunos cambios que ha introducido la empresa surcoreana.
Este año, Samsung quiso arriesgar un poco con su smartphone estrella, para regresar a la cima del mercado, lugar que mantuvo durante gran parte del año pasado con el Galaxy S7.
Uno de los cambios principales introducidos en este Galaxy S8 es en el aspecto del diseño, en donde Samsung no se ha querido quedar fuera de la tendencia del smartphone “todo pantalla”.
Además del diseño, el Galaxy S8 trae una serie de novedades que generan expectativa pero también preocupación por parte de los usuarios, ya que muchas de estas novedades aún no funcionan 100 % bien.
Estas son algunas de las mayores preocupaciones generadas por el Galaxy S8:
Diseño
El diseño en definitiva es el aspecto que más inquietud ha generado, ya que los cambios saltan a simple vista. El Samsung Galaxy S8 cuenta con una pantalla más grande en el mismo cuerpo del S7, pero para ello ha tenido que sacrificar sus clásicos botones físicos, lo cual ha obligado a reubicar el lector de huellas a la parte de atrás, justo al lado de la cámara. Una ubicación muy incómoda para llegar con el dedo índice. El otro problema con esta pantalla más grande es que da la impresión de que el S8 es un teléfono enorme.
Seguridad
En este aspecto, Samsung ha evolucionado de manera importante agregando dos sistemas de seguridad adicionales al de huellas dactilares: el lector de iris y el reconocimiento facial. El problema con esto es que, según pruebas realizadas, ninguno de los dos funciona al 100 %. En el caso del lector de iris falla cuando no hay suficiente iluminación, y el de reconocimiento facial se puede engañar con fotografías o con una persona de rostro similar.
Batería
Samsung acostumbra a lanzar dos versiones del Galaxy S, una con procesador Qualcomm y la otra con su propio procesador Exynos.
Este no es un experimento nuevo, ya que Samsung lo ha hecho en anteriores ocasiones y el procesador Exynos ha demostrado estar a la altura del Qualcomm. El problema es que la última versión del procesador de Qualcomm es el Snapdragon 835, un procesador que promete una carga ultrarrápida de 5 horas de autonomía, con solo 5 minutos de carga. Esta es una hazaña increíble que difícilmente el Exynos pueda lograr, por lo que los usuarios que tengan la versión con el procesador de Samsung se podrían perder de esta gran característica.
VoxBox.-