El tema de la sexualidad nunca deja de importarnos, aunque a veces mantenemos mitos que nos hacen invalidar lo que sienten los demás.
Tips.- Quizá hayas oído que el tamaño importa, que las mujeres son naturalmente más bisexuales que los hombres o que el sexo tántrico te permitirá alcanzar orgasmos interminables. Ninguna de estas afirmaciones es correcta. Hoy vamos a destapar la verdad sobre los 10 mitos sexuales más comunes.
Mito 1: El tamaño del pene importa
A los hombres parece importarles mucho el tamaño y forma de su pene, pero ¿les importa a las mujeres o a otros hombres? ¿En realidad cómo afecta el tamaño del pene al rendimiento en la cama? La conclusión de la ciencia es que la satisfacción sexual está más influenciada por la conexión psicológica, la intimidad y la satisfacción con la relación, que con el tamaño o la forma de los genitales. La manera en la que dos personas se conectan a través del sexo suele ser más importante que el tamaño de las conexiones, y eso depende de la técnica.
Mito 2: El hombre y la mujer alcanzan su plenitud sexual al mismo tiempo
¿A qué edad alcanzan su cima sexual los hombres y las mujeres? Algunos creen que los hombres llegan a este punto al final de la adolescencia o principios de los 20 años de edad, mientras que las mujeres llegan más tarde. En realidad no hay una norma al respecto. La doctora Debby Herbenick, investigadora de la Universidad de Indiana y educadora sexual del Instituto Kinsey explica:
Escucho esto todo el tiempo y todo el mundo tiene una idea diferente sobre cosas como la frecuencia del sexo, lo que se disfruta o la facilidad con la que se llega al orgasmo. En realidad no tiene sentido. Es cierto que un hombre de 18 tiene erecciones más fáciles que uno de 70, pero el sexo a esa edad probablemente tenga más sentido y se disfrute más. Se puede disfrutar del sexo a cualquier edad y raramente es todo una cuestión de físico. El sexo es ese lugar fascinante en el que convergen nuestros cuerpos, nuestras emociones, las pasadas experiencias y las esperanzas futuras. Ese cóctel puede ser espectacular a cualquier edad. Si piensas que has alcanzado tu plenitud, te equivocas. Lo mejor generalmente está por llegar.
Mito 3: La mayor parte de mujeres pueden alcanzar el orgasmo solo mediante sexo vaginal
Normalmente el orgasmo depende de muchos otros factores, incluyendo sus sentimientos hacia la otra persona o la técnica de esta. Cuando las mujeres tienen orgasmos derivados de la penetración vaginal, nunca está claro del todo si se producen solo por la penetración. Al fin y al cabo, el clítoris tiene diferentes zonas que se estimulan también durante el coito, así como nervios en toda la zona que pueden influir en el orgasmo, como el nervio vago.
Lo único que sabemos con mucha claridad es que las mujeres llegan al orgasmo mediante diversos comportamientos sexuales.
Mito 4: Los hombres no pueden tener orgasmos múltiples
Los hombres son conocidos por caer rendidos y dormir tras la eyaculación, y las razones de ellos son biológicas. Eso hace que muchos consideren la idea de un orgasmo múltiple ridícula. Sin embargo, algunos hombres pueden tener orgasmos múltiples de manera natural. Los otros pueden entrenar esta habilidad.
Los hombres pueden alcanzar orgasmos múltiples, pero ello por lo general necesita de técnicas de respiración. Además, es importante distinguir entre eyaculación y orgasmo. Libros como El Hombre multiorgásmico de Mantak Chia y Douglas Abram se detallan técnicas de tipo taoísta o tántrico para alcanzar esta habilidad. Es interesante citar que algunos estudios aseguran que un 12 % de los hombres asegura tener orgasmos múltiples.
Mito 5: Las mujeres son bisexuales por naturaleza
Las mujeres se consideran un sexo más fluido en lo que al coito se refiere, pero ¿son más bisexuales? La respuesta es muy concisa: No.
Aunque no hay datos consistentes sobre cuánta gente se identifica como bisexual, tampoco los hay que indiquen que hay más mujeres bisexuales que hombres bisexuales. La orientación sexual, sea cual sea, es algo natural y no depende del género. Puede que la idea de una mujer bisexual sea socialmente más aceptable, y por tanto ello permita a las mujeres expresarse de forma más libre en ese sentido, pero no se puede excluir a los hombres que experimentan atracción por personas del mismo sexo.
¿Por qué este mito es tan persistente? Es probable que tenga que ver con las toneladas de porno supuestamente lésbico destinado al consumo de hombres, o a una preferencia cultural percibida por la que las mujeres prefieren sexo con otras mujeres. Aunque hay muchos factores que contribuyen a esta desinformación, probablemente todo empezó con un artículo de 2005 en el New York Times, que debatía que no existían los hombres bisexuales. Sí que existen, y la ciencia por fin comienza a reconocer su existencia.
Mito 6: El sexo tántrico alarga el orgasmo durante horas
Desde que el cantante Sting bromeó sobre que era capaz de tener sexo durante horas gracias al sexo tántrico (es mentira) y el mundo le creyó, todos se quieren subir a este barco. La gente ha llegado a creer que el sexo tántrico implica orgasmos interminables. Lo que ocurre es que el tantra usa una palabra diferente.
El tantra es un tipo de sexo en el que la pareja se vale de técnicas orientales para compartir lo que esta disciplina llama “energías”. La técnica de la mariposa de venus asegura que puede prolongar el orgasmo una hora, pero no habla nada de necesitar descansar después. Los críticos explican que lo que el tantra llama superorgasmo en realidad se refiere a otros estados de excitación. El orgasmo más largo medido en laboratorio duró un minuto, y no se logró gracias al tantra.
En definitiva, el sexo tántrico tiene su valor. Simplemente no hay que esperar que vayamos a tener un orgasmo fisiológico interminable.
Mito 7: Los hombres buscan sexo casual y las mujeres compromiso
A los seres humanos nos encanta encauzar los deseos de hombres y mujeres en multitud de categorías y aceptar generalizaciones. Pero en realidad no hay forma fácil de separar el sexo por géneros. A la mayor parte de seres humanos nos gusta el sexo, y la mayor parte asegura que prefiere el sexo dentro de una relación, sencillamente porque valoran aspectos como la complicidad o la intimidad. Por supuesto, habrá hombres y mujeres que prefieran el sexo casual, y la mayor parte ha probado ese tipo de relaciones en algún momento de sus vidas. Sin embargo, hombres y mujeres tienden a ser muy parecidos en cuanto al tipo de sexo y relaciones que prefieren.
Mito 8: El sexo oral y anal son alternativas más seguras al sexo vaginal
Cada tipo de sexo tiene sus propios riesgos. Si el único riesgo que consideras es el de un embarazo no deseado, entonces sí, el sexo oral o anal es más seguro que el vaginal. Sin embargo, la mayor parte de personas se preocupan de otras cosas además que de un embarazo, y deberían. Las enfermedades de transmisión sexual pueden pasarse por vía oral o anal perfectamente. Si practicas los tres tipos de sexo es buena idea informarte de cuáles son los riesgos de cada uno y de qué pruebas debes practicarte en caso de duda.
Los índices de transmisión de ETS varían en función de cada práctica, y hay factores que incrementan el riesgo. Por ejemplo, tener sexo oral inmediatamente después de cepillarse los dientes es más peligroso, porque el cepillado tiende a causar pequeñas abrasiones con sangrado en las encías. En las circunstancias adecuadas, el sexo vaginal puede ser más seguro, o no. Todas las prácticas sexuales tienen un cierto riesgo. Si tomas precauciones siempre es mejor.
Mito 9: Las mujeres no ven porno
Casi un tercio de las mujeres reconocen ver porno y más de un 10 % de los hombres aseguran no verlo. Cuando se estudia cómo afecta el porno a la excitación a nivel fisiológico, hombres y mujeres reaccionan exactamente igual. La sangre circula por las mismas zonas, los músculos se tensan y los genitales se lubrican. No es algo exclusivo de los hombres.
Está claro que el porno no es cosa de hombres, pero el mito genera un montón de problemas sobre cómo cada género percibe el sexo.
Mito 10: La sexualidad sana y buena llega de manera natural
El buen sexo requiere atención. Consiste en cometer errores y superarlos. Un estudio reveló que hasta las parejas estables que tienen sexo regularmente solo consideran el sexo como “muy bueno” entre un 20 % y un 25 % de las veces. La mitad de las veces es solo “bueno”. Es un poco como tu restaurante favorito. A veces es genial, y otras simplemente es donde te gusta cenar. A veces hasta es un poco mediocre, pero sigues yendo regularmente, porque sabes que la mayor parte de las veces está muy bien.
No todas las veces va a ser increíble. De todas maneras, el buen sexo dejaría de ser extraordinario si fuera igual de bueno todas y cada una de las veces.
Sí, nos queda mucho por aprender
Llevamos teniendo sexo miles de años, pero llevamos estudiándolo muy poco. Todavía nos queda mucho por aprender. Las cosas podrían cambiar en el futuro, así que mantén los ojos y la mente abierta, y sigue aprendiendo. La educación sexual es una asignatura siempre pendiente.
VoxBox.-