Adele fue la reina indiscutible de la gala de anoche. La cantante británica se llevó los cinco premios a los que aspiraba, donde brillan con luz propia el de mejor álbum del año, 25.
Música.- Adele fue la reina indiscutible de la gala de anoche. La cantante británica se llevó los cinco premios a los que aspiraba, donde brillan con luz propia el de mejor álbum del año, 25, mejor grabación del año y mejor canción, ambos por el tema Hello.
“Gracias a todos, desde lo más profundo de mi corazón”, dijo la artista, visiblemente emocionada sobre el escenario del Staples Center, de Los Ángeles (California), que no obstante quiso dedicar el premio a Beyoncé, a quien consideró merecedora del galardón de mejor álbum del año.
Fan incondicional de Beyoncé
“Beyoncé, te adoro, emocionas mi alma cada día desde que tengo 17 años. Quiero que seas mi mamá”, dijo Adele, que se convierte en la primera artista de la historia que logra hacerse con la victoria en esas categorías principales por segunda vez.
Los otros dos Grammy que se llevó la británica fueron los de mejor actuación pop en solitario, por Hello, y mejor álbum vocal pop tradicional por el mencionado 25. Aunque no fue la única artista nacida en tierras inglesas galardonada con varios premios: David Bowie, fallecido en enero de 2016, fue premiado con otras cinco estatuillas.
Desde el más allá
Bowie ganó en la categoría de mejor canción rock por Blackstar, mejor actuación rock y mejor álbum de música alternativa. También ganó el Grammy por tener el mejor diseño de empaque, compartido con el director artístico Jonathan Barnbrook, y mejor ingeniería musical en un álbum de música no clásica, junto a Tom Elmhirst, Kevil Killen, Tony Visconti y Joe LaPorta, todos ellos por su último disco de estudio, Blackstar, el número 25 de su carrera.
El de Brixton no se hacía con un Grammy desde que en 1984 logró el premio al mejor video en formato corto, por Jazzin’ for Blue Jean.
Los protagonistas de los Grammy
Otro nombre destacado fue el de Chance the Rapper, que se alzó con los premios al mejor artista novel, mejor álbum rap (Coloring Book) y mejor actuación rap (No Problem, junto a Lil Wayne y 2 Chainz), en una gala que contó con varias actuaciones para el recuerdo.
Para abrir boca, Adele puso la piel de gallina al respetable con su célebre tema Hello, al que siguieron actuaciones de The Weeknd junto a Daft Punk (I Feel It Coming) y Ed Sheeran, de vuelta con Shape of You, tras un parón de un año en sus redes sociales.
Sin duda, el momento más comentado de la velada fue la irrupción de Beyoncé como diosa dorada de la fertilidad, emocionando al personal con los temas Love Drought y Sandcastles, para ceder el testigo poco después a una espectacular Katy Perry, que presentó su nuevo sencillo Chained to the Rhythm.
Y tras Maren Morris y Alicia Keys (Once), un torbellino irrumpió en la ceremonia de la mano de Metallica y Lady Gaga con Moth into Flame, una incendiaria cima —afeada por los problemas en el micrófono de James Hetfield— a la que siguieron A Tribe Called Quest & Anderson .Paak (Movin Backwards) y Chance the Rapper (How Great), entre otros.
La emoción no se detuvo ahí y, de hecho, fue a más con el tributo de la Academia de la Grabación al fallecido George Michael, compuesto por una conmovedora actuación de Adele, que no dudó en detener su versión de Fast Love y comenzar de nuevo tras haberse equivocado.
Convenció también el homenaje de Demi Lovato a los Bee Gees, por el 40.º aniversario de Saturday Night Fever, así como el estilizado recuerdo al finado Prince firmado por The Time, y un Bruno Mars que recordó con su carisma y sensualidad al ídolo de Minnesota.
En el terreno de premios latinos, el dúo mexicano Jesse & Joy ganó el primer Grammy de su carrera, al mejor álbum de pop latino, por su disco Un besito más. “Esto significa mucho para nosotros. El beso al que se refiere el título del disco es para nuestro padre, que murió. Estamos orgullosos de ser méxicoamericanos. Esto es para todos los hispanos de este país y para todas las minorías. Estamos con vosotros”, manifestó Joy, la menor de los dos hermanos que forman el grupo.
La gran academia de la música esperaba proclamas políticas durante la gala, y no faltaron, a pesar del humor que insufló James Corden como presentador, que triunfó con su karaoke reuniendo a Neil Diamond y Blue Ivy, la hija de Beyoncé, cantando Sweet Caroline.
No faltaron las críticas al presidente Donald Trump
Entre las críticas a Donald Trump, especialmente poderosa fue la valiente escenografía de A Tribe Called Quest y Busta Rhymes, que tiraron abajo un muro, hablaron sobre el poder de las minorías y enviaron un mensaje de diversidad al mandatario, a quien denominaron “presidente naranja”.
Katy Perry actuó ataviada con un brazalete que decía “Resiste”, mientras de fondo aparecían las palabras “We The People”, junto a otras referencias a la constitución de Estados Unidos. E incluso Jennifer López aseguró que vivimos un momento donde las voces de los artistas “son más necesarias que nunca”. “No hay tiempo para la desesperanza, no hay lugar para la autocompasión, no hay necesidad para el silencio, ni espacio para el miedo”, añadió.
VoxBox.-