Opinión.- Los que estamos en los veintitantos, los que pasamos en el celular, los que tenemos Netflix en vez de cable, los que tenemos crisis existenciales, los ambientalistas, los amigos de la inmediatez, los que exigimos más derechos, los inconformes, los emocionales, los adictos al internet, los arriesgados, los apasionados, los rebeldes y los incomprendidos.
Los Millennials: somos juzgados por la generación X y los BabyBoomers y cargamos con el peso de llenar los zapatos de nuestros antepasados. Sin embargo, no somos ni la sombra de lo que fueron ellos. Nunca lo vamos a hacer porque no podemos comparar peras con tomates, no hay ni una sola razón para compararnos. Somos diferentes.
Las generaciones anteriores no nos toman en serio, somos los que sin experiencia intentamos encontrar nuestro lugar en el mundo. Los puestos directivos y gerencias están ocupados por la generación pasada. En los trabajos hay una división, los millennials que quieren arriesgarse y la generación X que son calculadores y precavidos. Es un caos.
Los Millennials ya no vemos la vida como algo material, el trabajo ya no está resignado a cubículos, no queremos casarnos a los veinte y mucho menos tener una familia numerosa. Queremos sentir, vivir y hacer recuerdos. Vivir cada día en medio de la incertidumbre, no hacer planes y solo dejarnos llevar. Queremos cambiar las reglas del juego pero el sistema está demasiado cómodo. Nos seguirán juzgando por nuestras ideas y raras formas vivir. Seguiremos siendo los hijos raros de la sociedad. Los eternos incomprendidos.
VoxBox.-