Opinión.- Recuerdo la vez que siendo una niña, luego de leer en una revista para mujeres la palabra clímax, le pregunté a mi mamá su significado. En ese momento, por la respuesta de mi madre, supe que era una palabra que no debía decir en público.
Tuvieron que pasar varios años para que pudiera hablar abiertamente de un orgasmo. Por supuesto, del primer orgasmo del que hablé no fue uno mío, sino de mi pareja. ¿El mío? Tuve que esperar más tiempo. La sociedad no estaba preparada aún para contestar mis preguntas sobre esa chispa tan indispensable en la vida. De ese tema aún se debía hablar en voz baja.
Siendo la persona curiosa pero cautelosa que siempre he sido, en mis veintitantos, cuando estaba descubriendo las maravillas de la sexualidad, me fui a investigar, primero a las fuentes académicas, tristemente me fui dando cuenta que no había estudios ni investigaciones sobre el orgasmo femenino, además que una mujer mostrara abiertamente que le gustaba el sexo no era bien visto por nadie. Había que caminar con delicadeza en esos terrenos.
Tantas preguntas me formulaba: ¿por qué nadie nos enseña a las mujeres sobre el orgasmo? ¿Por qué está mal preguntar sobre él? ¿Por qué en las relaciones sexuales solo es importante el orgasmo masculino? ¿Por qué, si no es bueno hablar del orgasmo femenino, se escribía tanto sobre las mujeres que fingen uno con sus parejas?
Me dio mucha tristeza pensar en las miles y miles de mujeres que han muerto sin saber qué es un orgasmo, atadas a la idea que el sexo era simplemente una cuestión reproductiva, de sacrifico, de sumisión.
Fue hasta hace poco menos de cinco años cuando al fin escuché sobre el Día Internacional del Orgasmo Femenino, que se celebra cada 8 de agosto. Esta conmemoración se originó cuando Arimateio Dantas, un concejal de un pueblo brasileño llamado Esperantina, anunciara públicamente que saldaría toda las deudas sexuales con su esposa, dedicando este día a entregarle todo el placer posible. Suena risible, pero… ¡gracias Arimateio!
El Día Internacional del Orgasmo Femenino es un recordatorio para que tanto hombres y mujeres tenga claro los beneficios del sexo y su corolario: el clímax, pero también para hacer palpable, en el terreno de la sexualidad, la equidad que debe imperar en el placer del sexo. Además es una invitación a rendir homenaje a todas las mujeres que han luchado por derribar los prejuicios creados respecto a cómo deben vivir su sexualidad.
El lema de esta curiosa jornada es “Háganlo, no lo finjan”, debido a que según una encuesta hecha a más de 13,000 mujeres latinoamericanas, se tiene registrado que el 54 % de ellas declaró haber simulado “a veces” un orgasmo con su pareja.
Recuerdo algo que escuché una vez en una serie de nerds, la madre de uno de ellos hizo una declaración de reivindicación sexual: “Soy responsable de mis orgasmos desde los sesenta”. ¡Cuánta sabiduría! ser responsable de los orgasmos también significa informarse, educarse, protegerse y que pueden darse sola o acompañada.
En cuánto más sepamos de nuestros orgasmos, más podremos disfrutar de nuestra sexualidad. Feliz día del orgasmo, chicas.
VoxBox.-