Tecnología.- Cada año, el lanzamiento del nuevo iPhone es uno de los acontecimientos más esperados en el mundo tecnológico, ya que es un smartphone insignia. Sin embargo, año tras año, se esperaban grandes cambios y estos casi nunca llegaban, hasta el 2017.
El año pasado, Apple revolucionó su smartphone con el lanzamiento del iPhone X (en conmemoración al décimo aniversario del lanzamiento del primero), además de sus modelos clásicos (iPhone 8 y 8 plus), ya que el modelo X trajo muchos cambios que se pedían desde hace años, lo que rompió la barrera del continuismo de Apple.
El nuevo iPhone 9 (posible nombre, aún no confirmado) sería una mezcla entre el iPhone 8 y el X, por 2 simples razones:
- El iPhone X no ha tenido la cantidad de ventas esperadas según varios reportes, lo que significa que muchos fans del iPhone aún no se sienten cómodos con este modelo tan revolucionario y prefieren el clásico iPhone 8 (el cual sí ha tenido muy buena venta).
- Continuar con la línea del clásico iPhone sin grandes cambios condenaría a Apple a quedar por detrás de los smartphones Android (los cuales sí evolucionan en gran medida año a año), en este aspecto, y por lo tanto perder la cuota del mercado que le queda.
Tomando en cuenta que el modelo X fue básicamente un experimento de Apple para ver la reacción del mercado a los cambios bruscos, ya la conclusión es clara: Los cambios se deben hacer progresivamente para evitar rechazo, recordando paradójicamente lo que paso con Windows Vista y 8 (versiones que incorporaron cambios radicales y por ende no fueron muy aceptados por los usuarios).
Luego de analizar la situación así, debería ser el nuevo iPhone 9
Regresa el lector de huellas
Ya sea en la parte trasera, frontal o lateral, el lector de huellas le brinda una gran seguridad y confianza a los usuarios, por lo que es un método que no puede faltar. Tal vez sea complementado con el FaceID, pero definitivamente no debería faltar, como sucede en el iPhone X.
Regresa el clásico botón
Apple supo resolver el tema del botón, al sustituir sus funciones con gestos que funcionan bien; sin embargo, muchos usuarios no se terminan de acostumbrar y prefieren la simplicidad del clásico botón que también incorpora al lector de huellas. Cabe destacar que el botón puede ser físico o en la pantalla al estilo Android, aunque esta última opción no parece muy factible a corto plazo, debido a que incorporar el lector de huellas en la pantalla no es una tecnología fácil de perfeccionar.
Más pantalla, pero sin excesos
Definitivamente Apple tiene que seguir apostando por el diseño “todo pantalla”, aunque de forma un poco más discreta. Algo que se le critica mucho al modelo X es la pestaña que sobresale en la parte superior de la pantalla. Eso debe ser eliminado, ya que no es nada atractivo. Mantener bordes uniformes a lo largo de toda la pantalla, sin sobresaltos, podría ser la solución.
En resumen, el modelo correspondiente a ser lanzado en septiembre de este año aproximadamente debe rescatar lo mejor de cada modelo: del modelo X su pantalla, y del modelo clásico el botón y lector de huellas.
Con un diseño elegante, con bordes muy reducidos pero uniformes, la presencia del clásico botón, una combinación del lector de huellas con el FaceID, y un precio no tan exagerado (como el del X), el nuevo iPhone podría ser el ticket de lotería ganador para Apple.